Simonovis: el asesino tras el caos de la cota 905 y la frontera apureña

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Hablar de la cuarta república en Venezuela, es recordar un doloroso capítulo en la historia nacional. Los eventos que quizá vengan a la mente de las barriadas caraqueñas sea, por ejemplo, los toques de queda o la peste, lugar donde se apilaron cientos de cadáveres de personas asesinadas durante las incursiones policiales de la época.

Para que estas situaciones ocurrieran, alguien debía dar la orden. Alguien a quien poco le importaba el destino de ciudadanos y cuerpos policiales. Con la suficiente frialdad -y cobardía- para asumir las muertes como “daños colaterales”. Muy bien formado en la Escuela de las Américas. Alguien como Iván Simonovis.

¿Quién es Simonovis?

Iván Simonovis comenzó su carrera policial en el año 1981, como detective. Ese mismo año, crea el grupo B.A.E (Brigada de Acciones Especiales), en colaboración con otras unidades policiales internacionales como el GSG9 alemán y diversas fuerzas policiales estadounidenses.

Su fama inicia en 1998, a partir del manejo de una situación de rehenes, en la cual resulta fulminado un secuestrador por acción de un francotirador a su mando. “Un solo disparo, está listo”, fue la frase con la que se dio a conocer.

En el año 2000, Alfredo Peña, alcalde del Distrito Metropolitano de Caracas, lo nombra Secretario de Seguridad Ciudadana del Distrito Capital, cargo que ocupa hasta el 2002.

La cara golpista de Simonovis

Durante la llamada “megamarcha”, convocada por la oposición el 11 de abril de 2002, Simonovis fue uno de los policías que lideró la masacre del Puente Llaguno.

Él, junto a Lázaro Forero y Henry Vivas, condujeron la marcha de oposición hacia el fatídico puente donde francotiradores, apostados en los edificios, y funcionarios de la Policía Metropolitana, dispararon contra los marchistas.

19 personas resultaron asesinadas con tiros en la cabeza y cientos heridos, en el primer plan caótico organizado por Simonovis. De nuevo, “un solo disparo, está listo”.

Al retornar al poder, el presidente Chávez exigió se abrieran las investigaciones sobre los responsables de los eventos del 11 de abril. En 2006 inicia el juicio y en 2009, la jueza Maryori Calderón le dictó sentencia de 30 años de prisión.

El 10 de mayo de 2014, como resultado de los diálogos entre la oposición y el gobierno nacional, le fue otorgado el beneficio de “casa por cárcel”, en atención al supuesto deterioro de su salud.

El indulto de Guaidó y la fuga del asesino de Llaguno

En el año 2019, posterior a la autoproclamación del Juan Guaidó como supuesto presidente de Venezuela, anunció su decisión de otorgar indulto a Simonovis. Pocos días después, el mismo Guaidó celebraba la huida del delincuente.

“Celebro la liberación de Iván Simonovis del secuestro que tenía impuesto. Ha debido salir hace muchos años», dijo Guaidó el día del escape.

Según narra el mismo expolicía, embajadas, funcionarios infiltrados y el gobierno de los Estados Unidos, estuvieron involucrados en su fuga.

Hoy, se encuentra en el territorio de los Estados Unidos, al frente de los planes militares de la oposición, bajo la figura de Comisionado Especial de Seguridad e Inteligencia de Venezuela.

Simonovis insiste en el caos de Venezuela

En Venezuela se han desatado una serie de ataques militares simultáneos, en la ciudad capital y en el territorio fronterizo del estado Apure.

El hampa y los grupos paramilitares colombianos, actúan de manera sincronizada, generando acciones violentas que dejan a su paso la vida de venezolanos.

El ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, denunció la manera irresponsable como el gobierno de Colombia ha respondido al ataque desde su territorio y aseveró que está en desarrollo un nuevo intento de violar la soberanía nacional.

Si bien sectores de la oposición no habían salido de la proyección mediática de los eventos, esta semana Simonovis confesó públicamente su vínculo en la planificación de las incursiones.

Según el Comisionado de Guaidó, desde los Estados Unidos se dirigen las acciones que tienen por objeto caotizar al país, a través “de una guerra híbrida cuyo objetivo es lograr la disfuncionalidad del país, hasta lograr que todo colapse”.

Pero más allá del caos, se entiende que la oposición, golpeada tras las derrotas militares y políticas, necesita reagrupar fuerzas civiles y militares.

¿Hacia dónde va la oposición?

El teatro apureño, le permite intentar minar la moral de la FANB y así captar nueva carne de cañón. Y los repentinos ataques de El Coqui están dirigidos a generar rechazo en la ciudad, que renueve su militancia y mantenga el clima de rechazo al Gobierno Nacional.

Si a esto sumamos las explosiones en las refinerías y el ataque a los servicios públicos, junto con el aumento criminal del dólar y el bloqueo comercial, tenemos un ambiente de tensión social permanente y manejado desde el exterior contra Venezuela.

La historia reciente indica, que luego del estado de opinión viene el llamado a intervención internacional y un nuevo intento de golpe de Estado, por lo que las denuncias de la vocería oficial bolivariana, quedan confirmadas.

El Alto Mando Militar ha declarado que está preparado para enfrentar los ataques y mantienen la vigilancia y defensa del territorio nacional.

 

 


 

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