Palestina: De 11 días de bombardeo al “cese al fuego”

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Con la mediación de Egipto, Israel y Palestina pactan un alto al fuego. Entre las cenizas, se respira un ambiente de júbilo. Las y los palestinos se sienten ganadores.

La razón de la celebración radica en la derrota de la política del Ministro de la Defensa Israelí, contra la resistencia palestina, representada en el grupo Hamas.

Durante los 11 días de bombardeos continuos, las autoridades israelíes aseguraron no detener el fuego hasta acabar con el liderazgo de Hamas.

La realidad, es que las presiones internacionales obligaron al sionismo a reconocer y pactar un alto al fuego con la resistencia palestina.

Antecedentes al actual conflicto entre Israel y Palestina

Palestina es un pueblo agredido, desde hace 70 años, por la violencia de un Estado impuesto en su territorio.

Si bien el plan de la ONU era compensar a los israelíes europeos, víctimas de la persecución nazi, con la creación de un Estado para su reunificación, la imposición de éste en más del 54% del territorio de otra nación -con cultura, tradiciones y religión diferentes- no salió como se esperaba.

La supuesta convivencia, se convirtió en pesadilla para el pueblo palestino, pues grupos hegemónicos mundiales favorecieron el plan de Israel de avanzar, por la fuerza, sobre todo el territorio cedido.

Palestina quedó reducida a pequeños puntos dentro de su vasta región, sin autoridades políticas reconocidas, ni ejército y asediados constantemente por su hostil y colonial vecino.

Son cientas las injusticias, varios los episodios de levantamientos populares y miles las vidas palestinas que ha sembrado y exiliado este conflicto. Hoy, los pocos hijos que quedan, vuelven a levantar su voz.

¿Por qué protesta el pueblo palestino?

Además de las razones históricas, en las últimas semanas una serie de acontecimientos desencadenaron una nueva de ola de protestas de palestinos contra el gobierno israelí.

El primero, fue el fallo de un tribunal que favoreció el despojo de 4 familias palestinas de sus hogares, en favor de un grupo de colonos israelíes.

Las propiedades se ubican en el barrio Sheik Jarrah, Jerusalén Este, territorio que tanto palestinos como israelíes reclaman como el origen de su cultura uno, y la capital de su nación, el otro.

Por ello, la decisión del tribunal va más allá de una “reubicación”. Apunta a la continuidad de la ocupación de Israel de toda Jerusalén.

A la decisión del tribunal, se sumó el ataque de un grupo extremistas contra un grupo de palestinos, reunidos en la mezquita de Al Aqsa -la más importante para los musulmanes del mundo- durante el Ramadán. Más de 350 personas resultaron heridas.

Según, Meir Elrán, investigador del Instituto para Estudios de Seguridad Nacional israelí reconoce que “la Policía respondió de forma agresiva, algo que creo fue un error”.

Estos eventos, desataron la indignación de los grupos pro-palestinos, quienes se activaron en defensa de sus territorios y pobladores.

El Estado de Israel respondió descargado más de 1.000 misiles sobre edificios, escuelas y hasta templos católicos y la mañana del 14 de mayo la franja de Gaza amaneció tomada por tanques de guerra, dispuestos a un ataque de artillería que, según declaró el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, continuaría el tiempo que sea necesario.

A la fecha, 232 personas perdieron la vida: 180 palestinos –56 niños y niñas entre ellos- y 12 israelíes.

¿Qué dice hoy la comunidad internacional sobre el conflicto?

El escenario internacional se debate entre el horror y el apoyo a las acciones ejecutadas por Israel.

El partido demócrata, en los EE.UU., se inclina entre el apoyo a Palestina. En la vocería de la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, los EE.UU. tienen la responsabilidad de atender las injusticias.

También el presidente de los EE.UU., Joe Biden, elevó su reconocimiento a ambas partes por el cese al fuego.

“Estas hostilidades han resultado en la trágica muerte de muchos civiles, incluidos niños. Le envío mis sinceras condolencias a israelíes y palestinos”, dijo en un mensaje a medios desde la Casa Blanca.

Por su parte, los republicanos expresaron su solidaridad absoluta con Israel. Mike Pence, a través de su cuenta en Twitter, cuestionó la posición de Biden y aseguró que “América está con Israel”.

Junto a él, organizaciones internacionales y países bajo la hegemonía de los EE.UU. se unieron al coro y exigen a los grupos rebeldes que depusieran la violencia. Para ellos, el Estado debe responder con toda su artillería para controlar a quienes no se someten a su autoridad.

Grupos de Derechos Humanos también rechazan la acción de Israel

Por otro lado, grupos de derechos humanos, países y personalidades políticas también se han solidarizado con Palestina y exigieron a la ONU se pronuncie sobre el desproporcional ataque del Estado de Israel.

Amnistía Internacional, por ejemplo, califica como “escalofriante” el patrón de uso “abusivo e innecesario de la fuerza por las fuerzas israelíes contra manifestantes palestinos, mayoritariamente pacíficos en los últimos días”.

Al mismo tiempo, denuncia que el gobierno de España vendió armas a los gobiernos de Israel y Colombia, que hoy se usan en contra de manifestantes.

En definitiva, lo que ocurre en las tierras de Jerusalén no es sólo el conflicto de “Israel contra Palestina”, sino una idea de mundo contra otra: quienes desean seguir imponiendo su poder por la fuerza, y quienes apuestan por vivir en paz y democracia, sin doble rasero.

EL conflicto, parece concluir temporalmente con el fortalecimiento de Hamas, mientras que el gobierno israelí resulta cuestionado por el lamentable manejo de la crisis.

 

 


 

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