En España, el 2023 arrancó con un alza histórico del 16.6% en productos de consumo para sus ciudadanos. Asimismo, la inflación subió 6% el pasado febrero, en tasa interanual, una décima menos del dato adelantado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a finales del segundo mes y una décima más que en el mes anterior.
En este contexto, los alimentos y bebidas no alcohólicas reflejaron un incremento de más de 1 punto por encima de la del mes anterior. Como consecuencia, en el país europeo, las legumbres, hortalizas y la carne subieron de precio, además los productos del mar valen más en comparación al año pasado.
Por su parte, el INE español chequeó (una décima) la tasa de variación anual de la inflación latente hasta el 7.6%; una décima más que la registrada en enero y la más alta desde diciembre de 1986.
Efecto de la inflación en España
Además de los alimentos, el precio de la electricidad también creció sin control en el último mes, pese a las medidas impuestas por el gobierno para reducir el consumo. Entretanto, las condiciones climáticas (bajas temperaturas) que trajo como resultado la alta demanda del servicio, generó un alza importante en el valor del mismo. Alrededor de un 12% de subida en la luz, acrecentó la crisis inflacionaria del país europeo.
Desde el ministerio de Asuntos Económicos de España, sostienen que «las medidas adoptadas para reducir la inflación siguen teniendo recorrido, como se pone de manifiesto en la reducción de los precios del transporte público».
En esta misma línea, las autoridades aseguraron que se mantienen como uno de los países «con menos inflación de la zona euro», lo que favorecería la competitividad de las empresas españolas.
