En abril de 2020, empezaron a rodar impactantes imágenes de reos hacinados en las que se observan junto a miembros de pandillas (maras) rivales en las cárceles de El Salvador; luego de que el gobierno de Nayib Bukele tomara esta medida debido al estado de emergencia. El mismo decretado en las penitenciarías tras el aumento de homicidios en el país centroamericano. Con esa decisión pretendían evitar que desde allí salieran órdenes sobre crímenes al exterior, pero parece que no todo salió como lo esperaban.
El riesgo sanitario en medio de la pandemia se acrecentó en las cárceles debido al hacinamiento extremo; además los índices de violencia no bajaron y el gobierno de Bukele es calificado de peligroso y fascista. Pues no se puede obviar que el propio mandatario ordenó matar a cualquier reo que se resistiera.
En este país que durante años ha sido uno de los más violentos del mundo, debido en buena parte a las actividades de pandillas como la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, que con al menos 70 mil miembros se dedican a delitos de extorsión y narcotráfico, entre otros; los grupos criminales parecen no perder poder y además estarían amenazando de muerte al mismo presidente Bukele.
Así lo plantea el blog Análisis Crítico. «En El Salvador, las principales maras mezcladas en cárceles, podrían ser un tiro por la culata para el gobierno de Bukele; que intenta frenar la violencia, pero también ampliar su poder en desmedro del Estado de derecho».