Así recordaron en redes sociales al gran Cheo Feliciano a 7 años de su partida

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Desde las barriadas, bares, taxis hasta los más grandes escenarios del planeta y ahora en las plataformas digitales de contenido audiovisual, se han hecho eco durante décadas de la voz inconfundible de Cheo Feliciano, el hombre de «Sentimiento», quien hace 7 años se fue a reunir con otras grandes estrellas para dejar un rico acervo cultural en este mundo.

Por esta razón, las redes sociales nuevamente se desbordaron en homenaje al cantautor puertorriqueño que marcó varias generaciones con un estilo peculiar para componer e interpretar piezas de la música latina. Ese género que se conoce y se siente a escala global, simplemente, como «la salsa».

Con una amplia trayectoria, también en el ámbito del bolero, José Luis Feliciano Vega, nacido en Ponce, en 1935, marcó tendencia una vez más; por la gran cantidad de comentarios por parte de usuarios que se refirieron a «la estrella de la canción puertorriqueña y de Latinoamérica», como lo presentaron en múltiples escenarios a lo largo de su carrera.

Temas como El ratón, Anacaona, Juan Albañil, Mapeyé, Yo no soy un Ángel, Los entierros, A las seis; son sólo algunas de las canciones más sonadas en radio, televisión, tarimas, conciertos, esquinas y, ahora, en el mundo de las redes sociales.

Un astro de la música latina

En diversas publicaciones y reseñas destacan que Feliciano incursionó en la música, inclusive con estudios especializados, en la escuela Libre Juan Morel Campos, de su natal Ponce. Allí inició una trayectoria que lo hizo merecedor del respeto, como referencia para todo cantante, por considerarlo «completo, excelso, afable, simpático y humilde”.

«El niño mimado de Puerto Rico» llegó a trabajar como atrilero en la orquesta de otro grande, Tito Rodríguez. Por esa razón, luego pudo mostrar su calidad como percusionista, para que, posteriormente, Rodríguez le diera la oportunidad como cantante.

Este destacado músico puertorriqueño es considerado como un buen ejemplo de superación, debido a que siempre mantuvo presentes sus orígenes humildes y agradeció el esfuerzo de su padre, el carpintero Margarito Feliciano y de su madre, Crescencia Vega. Su hogar, quizás fue una de las primeras influencias artísticas que tuvo, dado que solían compartir jornadas familiares cargadas de ritmos y cantos.

El gran Cheo Feliciano se despidió de los escenario el 17 de abril de 2014, víctima de un accidente de tránsito en un barrio de San Juan, Puerto Rico. Sus restos reposan en Ponce, la ciudad que lo vio nacer 78 años antes y en la cual muchas veces confesó haber vivido una infancia pobre, pero feliz.

 


 

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