Vacuna contra la covid-19 ¿luz al final del túnel?

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La expectativa en torno a la vacuna de la covid-19 es directamente proporcional a la incertidumbre provocada por una pandemia que se expande a un ritmo vertiginoso e indetenible. En casi todos los rincones del planeta hay personas infectadas con el virus del Sars-Cov-2 y la cifra de fallecidos tampoco para de aumentar.

Este año 2020 ha transcurrido prácticamente en confinamiento para más de 4 mil millones de personas. Por ello, buena parte de la población mundial clama por un antídoto que nos permita recuperar algo de la normalidad perdida. Pero, ¿hay realmente una luz al final del túnel?

Histeria comunicacional

Diversos medios de comunicación han creado gran expectativa por los hallazgos realizados en algunos países, específicamente en Inglaterra. La noticia de que la Universidad de Oxford, junto con los laboratorios de AstraZeneca, haya dado con una vacuna, se ha divulgado y comentado con verdadera histeria comunicacional. Sobre todo porque se ha dicho que este producto genera respuesta inmunitaria frente a la covid-19, y que además podría estar lista para septiembre de este año.

Incluso esto ha dado pie para atizar rivalidades con las investigaciones que lleva adelante Rusia. Se ha intentado hacer ver que los rusos habrían realizado labores de espionaje contra los ingleses. Cuando aún es prematuro saber si los rusos dieron primero con la fórmula.

A la par han surgido también otras informaciones, que dan cuenta de importantes avances en China. Pero, sin dejar de ser optimistas, en este tema hay que saber apartar las bambalinas mediáticas y documentarse bien, a fin de estar lo más apegado que sea posible a la ciencia. En este caso, las expectativas deben estar supeditadas a los hallazgos científicos y no al revés.

El proceso de elaboración de una vacuna generalmente es bastante complejo y costoso. En condiciones normales la elaboración de una vacuna puede demorar entre 5 y 10 años, y en algunos casos incluso más tiempo. Así sucedió con el virus del Ébola, cuyo proceso de creación y certificación demoró 16 años.

Enseñanzas del pasado

No obstante, el hallazgo y autorización de una vacuna tampoco implica que la enfermedad desaparezca de inmediato, como por arte de magia. Ejemplo emblemático en este campo es el virus de la viruela, cuya vacuna fue creada por el doctor inglés Edward Jenner en 1796.

Sin embargo, la viruela no fue erradicada sino hasta 1980; es decir 184 años después y se estima que sólo en el siglo XX el variola virus acabó con la vida de más de 300 millones seres humanos. Este mal azotó a la humanidad por más de 3 mil años.

Obviamente, estamos hablando de una pandemia que ha recorrido desde Wuhan hasta Canadá y desde las Islas Fiji hasta las Malvinas, en cuestión de meses. Por ello, la crisis sanitaria ha concitado el apoyo casi unánime de gobiernos, sectores privados y académicos. Hasta ahora, se han concretado diversas alianzas para que se puedan acortar dramáticamente los tiempos de creación de un sistema de inmunización.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), bajo el liderazgo de su director general, Tedros Adhanom, encabeza este proceso. El alto funcionario ha explicado que se ha conformado un fondo de 675 mil millones de dólares, para apoyar las operaciones en los países. Esto abarca labores de desarrollo, investigación y contención.

El máximo vocero de la OMS ha señalado, asimismo, que desde comienzos de año, se comenzaron los ensayos de solidaridad. De esta manera se ha podido evaluar la eficacia de las distintas pruebas que han ido surgiendo. Más de 400 hospitales certificados están siendo objeto de este tipo de actividades y miles de pacientes se presentan voluntarios.

Por partes

Este proceso de búsqueda de la vacuna tiene 2 etapas y 3 fases que deben cumplirse a cabalidad. La primera de estas etapas es la pre-clínica, que involucra experimentos en células aisladas y en animales.

Mientras que en la etapa clínica ya se comienza a trabajar con seres humanos. En este momento, inician a su vez las 3 fases. En la primera se desarrollan actividades con grupos de voluntarios bastante reducidos de 20 a 50 personas. Es uno de los momentos más peligrosos porque se desconoce todo acerca de las posibles reacciones. De ahí que las personas que participan como voluntarios realizan una labor heroica, porque ponen en riesgo su salud, en pro de toda la humanidad.

Si todo marcha bien en la fase 1, entonces se da inicio a una segunda. Aquí los experimentos son con grupos más grandes de personas (500 a 600). Si se siguen obteniendo resultados favorables, comienza una tercera fase ya con universo más amplio, que puede oscilar de 5 mil a 10 mil personas o más.

Y, finalmente, si todo el proceso prospera, entonces se aprueba su salida al público masivo. Pero aún en este nivel, los sistemas de vigilancia sanitaria deben mantenerse alertas. Como comienza la implementación entre miles de millones, es preciso mantener el seguimiento de cerca para verificar que no surjan reacciones adversas.

Tiempos improbables

En el caso específico de la vacuna de AstraZeneca, ésta se ha probado satisfactoriamente en la fase 2. Quiere decir que deben realizar los experimentos de la fase 3. Esta empresa ha dicho que harán pruebas en un universo de 30 mil voluntarios en EE.UU., 10 mil voluntarios en Inglaterra, 5 mil en Brasil y 2 mil en Sudáfrica.

El experto en salud pública y epidemiología, Helmer Huerta, sostiene que difícilmente esta empresa pueda completar la fase 3 para el mes de septiembre como se ha dicho en los medios y redes sociales.

Esto porque esas 45 mil personas se deben separar en dos grupos. A una mitad se le da un placebo y a la otra la vacuna. Luego viene el seguimiento, el levantamiento de la data, el análisis y el muestreo. “Eso no va a estar listo en 6 semanas, señaló Huerta.

Tanto Huerta, como el propio secretario general de la OMS, Tedros Adhanom, coinciden en señalar que en el escenario más optimista la vacuna podría estar lista para mediados del año 2021.

Ahora bien, una vez que la vacuna está probada y comprobada, tanto en su efectividad contra el virus, como en inocuidad para el organismo. Viene otro proceso no menos complejo que es el de su producción en masa y su distribución.

Si partimos de la base de que somos más de 7 mil millones de personas en el mundo y que todos la vamos a necesitar, es fácil hacerse una idea de la magnitud de esta tarea.

Reducir privilegios

Por esa razón la doctora, Elisa Sicuri, especialista en Economía de la Salud, ha declarado a la prensa internacional que la futura producción no la podrá hacer un solo país o una sola compañía farmacéutica. «Si queremos que llegue a todo el mundo. Se tendrán que unir esfuerzos», sostiene.

Y este punto puede dar pie a disputas, sobre todo en un sistema global donde predomina el capitalismo y su lógica mercantilista. Así se ha hecho de la vida, la salud y la alimentación un gran negocio. Y la gran industria farmacéutica no escapa de esta dinámica, generalmente perversa.

De ahí que la Dra. Sicuri advierta que para poder llegar a toda la población mundial, necesariamente se tendrán que reducir los privilegios de las grandes compañías del ramo farmacéutico.

La mayor esperanza, en este caso, la puede representar China. Por un lado sus autoridades han manifestado que están dispuestas a compartir el hallazgo como un bien para toda la humanidad. Y por otro, la empresa de ese país Cansino Biologics ha desarrollado una vacuna que está en fase 2. Asimismo, se ha comentado que tiene licencia para realizar pruebas humanas (está vinculada al Ejército chino), lo que podría acortar incluso los lapsos de prueba de la fase 3.

Cómo van hasta ahora 

Las vacunas que se encuentran en una fase más avanzada, tienen a Inglaterra, China y Estados Unidos a la cabeza:

  • Vacuna ChAdOx1 – Instituto Jenner de la Universidad de Oxford (Reino Unido), Fase 2, dicen que para septiembre podrían tener lista una vacuna para un uso limitado
  • Vacuna AD5-nCoV – CanSino Biologics (China), Fase 2 (Hay gran expectativa).
  • Vacuna de virus inactivado del Instituto de Productos Biológicos de Wuhan, subordinado al Grupo Farmacéutico Nacional de China, Sinopharm, fase 2.
  • Vacuna Gamaleya Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología (Rusia). Actualmente en fase 2.
  • Vacuna mRNA-1273 – Moderna Therapeutics (EE.UU.), Fase 1, planean entrar a fase 2 en el segundo cuarto de 2020.
  • Vacuna INO-4800 – Inovio Pharmaceuticals (EE.UU.). Fase 1, dicen que podrían entrar a fases 2 y 3 próximamente.
  • LV-SMENP-DC del Instituto Médico Genoinmune de Shenzhen (China), Fases 1 y 2.

 

La mayor esperanza para la humanidad es que crucen la línea de llegada primero en aquellas naciones que han mostrado una visión socialista en la gestión de la salud. De lo contrario este bien podría hacerse prohibitivo para grandes franjas de la población.

Otro punto polémico es el debate que se ha generado en torno a la pertinencia o no de los sistemas de inmunización. Es una discusión que se ha intensificado en los últimos tiempos y que abordaremos en una próxima entrega.

Lo único concreto, por ahora, es que la mejor vacuna somos nosotros mismos. Se impone el sentido común: distanciamiento físico, lavado frecuente de manos, mascarilla en espacios públicos y acatamiento riguroso de la cuarentena.

 


 

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