El año 2020 comenzó con la oposición venezolana dividida en medio de la proclamación de una nueva directiva de la Asamblea Nacional. El bloqueo económico, presiones internacionales y una “epidemia” que se transformó en “pandemia” y discusiones de si “habían o no elecciones” legislativas y la amenaza de invasión militar.
Por ello, mucha gente dice: “en Venezuela el que se aburre es porque quiere” y literalmente es así. Cada día llega un nuevo episodio de esta “película” que le tocó vivir a esta generación. Construir una narrativa en este sentido puede llevar a grandes épicas, epopeyas y novelas “tragicómicas” que ganarían premios universales, si fuera el caso. Es por ello que es importante resaltar las 4 grandes victorias de Venezuela en lo que va de 2020:
La derrota de la invasión mercenaria:
Operación Gedeón pretendía convertir a Venezuela en territorio del narcotráfico internacional
El 3 de mayo Venezuela despertó con una noticia del Ministro de Interior, Néstor Reverol: informó a la comunidad nacional e internacional que había sido neutralizada una incursión marítima mercenaria en las costas del estado La Guaira.
En este sentido, las fuerzas patrióticas y populares, las fuerzas militares y policiales, la milicia y sobre todo el pueblo pescador; se movilizó y logró dar con la captura de la mayoría de los mercenarios. De los cuáles, algunos eran venezolanos apátridas que se vendieron por algunos “sueños de libertad” y otros por unos “cuantos dólares”; dirigidos por dos “ciudadanos estadounidenses» quienes aseguraron trabajar bajo el auspicio de Donald Trump.
Para algunos, los mercenarios fueron “engañados” y para otros sabían bien lo que hacían. Sin embargo, lo que aún el venezolano común no se explica es, cómo el responsable de firmar el contrato que trajo al grupo de mercenarios a costas venezolanas, como es el caso de Juan Guaidó, continúe prófugo de la justicia y se resguarde en la embajada de Francia, frente a lo que queda de oposición.
Finalmente, pasaron las semanas y las empresas de comunicación fueron “olvidando” la noticia, tanto de la incursión paramilitar estadounidense a suelo venezolano y del contrato firmado por Guaidó y sus asesores. Lo que no se olvida es la entereza, la gallardía y la determinación de un pueblo ávido de justicia, organizado y por sobre todo nacionalista y patriota que defendió la soberanía nacional.
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— Patricia Poleo (@PattyPoleo) May 3, 2020
El manejo de la pandemia
El mundo entró en una realidad que sólo parecía posible en las películas de “ciencia ficción”, aquellas donde el “mundo se detiene”. El 2020 comenzó de esta manera, cuando China cerró sus fronteras y de allí, el llamado “coronavirus” que produce una enfermedad llamada “covid-19”, se dispersó por Asia, luego Europa, luego Norteamérica hasta llegar a África y Latinoamérica.
Esta epidemia se transformó muy rápido en pandemia afectando a millones de personas y matando a miles de ellas. Venezuela no escapó de esa realidad y el 13 de marzo el gobierno venezolano anunció los primeros casos de coronavirus, convirtiéndose así en el último país de Latinoamérica en entrar en las “estadísticas”.
Es así como surgió la primera duda de millones de venezolanos y ciudadanos del mundo ¿Cuál gobierno dará las cifras y enfrentará mejor la crisis? Cabe recordar que más de 50 países reconocen a Guaidó como presidente de Venezuela. Sin embargo, el diputado en desacato no cuenta con apoyo real ni reconocimiento a lo interno del país. Hecho que ratifica al gobierno de Nicolás Maduro, como el único con poder legítimo y capacidades institucionales y políticas para enfrentar al coronavirus.
El gobierno colocó a disposición hospitales centinelas, cerró vuelos internacionales, paralizó las clases en todos sus niveles y generó las condiciones para ir entrando en una cuarentena social, colectiva y voluntaria en todo el país.
En esta “nueva normalidad”, Venezuela lleva más de 90 días de cuarentena demostrando disciplina, liderazgo, participación y control de la situación. Sobre todo del fenómeno único a nivel mundial de migración inversa, donde los “connacionales” que fueron llamados “diáspora”, regresan por miles, producto de la xenofobia y la inasistencia. Hecho que originó un repunte en los casos llamados “importados” y que continúa siendo un reto en la lucha por mejorar los controles sanitarios en la frontera y cerrar definitivamente el paso por las denominadas “trochas”.
El gobierno nacional sigue generando las condiciones de seguridad que fomentan confianza en la población y por consiguiente, mayor control en el número de infectados y muertes. Venezuela continúa en la lucha por aplanar la curva.
Seguramente me fusilarán los extremistas de la oposición en su paredón de intolerancias, pero habiendo escuchado a Jorge Rodríguez, y sin dejar de oponerme al gobierno, creo que la eficacia del gobierno contra el COVID19 es incontestable. Yo me congratulo de eso como venezolano.
— Enrique Ochoa Antich (@eochoa_antich) April 14, 2020
El tema de la gasolina
¡Eché gasolina!: colas en Venezuela empiezan a mermar (+Testimonios)
Aún se recuerda con “pavor” el fatídico año 2016, cuando las medicinas y los alimentos escasearon y la pobreza creció producto del bloqueo internacional. El 2020 llega en condiciones similares en cuanto a las presiones internacionales, pero diferentes en cuanto a la capacidad de respuesta del gobierno nacional.
En este caso, arreció la “solicitud” de un grupo de diputados pro Guaidó de incrementar las presiones al denominado “régimen de Maduro” donde se implementaron “sanciones” a funcionarios del gobierno. Sin embargo, dichas “sanciones“ están lejos de ser “focalizadas”, puesto que se bloquean las transacciones bancarias, los pagos de la deuda, los pagos de bonos a acreedores internacionales, el tránsito marítimo; al tiempo que roban activos y capitales venezolanos que se encuentren en el exterior.
En este contexto, la empresa Petróleos de Venezuela PDVSA fue la más afectada. El robo de CITGO por parte del régimen de Donald Trump, el bloqueo de las transacciones para la compra de insumos y aditivos y la importación de materias primas para la producción nacional de gasolina originó una crisis comparable a la del año 2002 donde la empresa fue paralizada por un grupo de gerentes pertenecientes a la meritocracia.
Venezuela entraba así en una crisis por la gasolina, largas colas se veían en las pocas “estaciones de servicio” o “gasolineras” en todo el territorio nacional. Esta vez el gobierno buscó ayuda surcando el estrecho de Ormuz, el Mar Mediterráneo, el estrecho de Gibraltar, el Océano Atlántico, el Caribe hasta llegar a costas venezolanas 5 buques cargueros con gasolina y aditivos provenientes de Irán (Petunia, Forest, Clavel, Faxon y Fortune) entraron a aguas venezolanas retando las sanciones estadounidenses a ambas naciones y también desafiando a las amenazas de un posible ataque a los buques de bandera persa, ataque que nunca ocurrió, fueron solo “ladridos de perro bravo”, los buques llegaron a “puerto seguro”.
Días después comenzó la activación de la refinería de Paraguaná en el estado Falcón y posteriormente arrancó la refinería El Palito en Carabobo. También comenzó la distribución en todo el territorio de la gasolina, donde se pudo observar todas las estaciones de servicio abarrotadas de gente con sus vehículos necesitados de gasolina.
Nuevo esquema
Este nueva etapa vino acompañada de un ajuste en el precio del combustible el cual fue aprobado en dos “bandas”: un precio subsidiado en la mayoría de la gasolineras en 5 mil bolívares el litro y un precio “internacional” que quedó en 0,5 centavos de dólar, lo que originó llamados desestabilizadores de la posición radical que llegaron a oídos sordos, a pesar de las largas colas y las horas que debían pasar las personas para cargar gasolina, el pueblo venezolano se mantuvo en paz.
Luego de varias denuncias de corrupción, bachaqueo y reventa de la gasolina el presidente Nicolás Maduro, decidió entregar el control y la organización de las estaciones de servicio a la Juventud, la cual se encuentra ejerciendo funciones de fiscalización. Lograron organizar las “colas” para posteriormente eliminarlas en Caracas y en las principales ciudades del país. Si bien es cierto que aún en el interior de Venezuela se siguen generando distorsiones con el suministro de la gasolina, también es cierto que gracias a la organización y la participación popular, se logró estabilizar el mercado nacional de combustible y generar confianza en la población.
Aquí un resumen de la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Irán busca, a partir de su relación con Maduro, convertir a América Latina en una réplica del Medio Oriente. Una región fértil para el terrorismo, el crimen organizado y la guerra. pic.twitter.com/TGxXUh8C4S
— Julio Borges (@JulioBorges) May 28, 2020
La elección del nuevo CNE
Por si fuera poco, el año 2020 exige la organización de un nuevo proceso electoral, debido al vencimiento del período constitucional de la Asamblea Nacional.
La oposición venezolana “exigió condiciones” para poder participar y una de ellas era la designación de nuevos rectores del Poder Electoral, sin embargo la falta de acuerdo en el seno de la Asamblea Nacional obligó al Tribunal Supremo de Justicia declarar la “omisión legislativa” y asumir la designación de los rectores.
Acto seguido, el TSJ designó de forma constitucional a los nuevos miembros principales y suplentes del CNE, incluyendo a dirigentes reconocidos de la oposición; por lo que debería estar reconocida por todas las fuerzas políticas de la nación, pero no es así. La derecha más extrema desconoció dicho nombramiento y ahora llama a la abstención e incluso al desconocimiento de dichos comicios.
Ahora la oposición queda más dividida, existe una mayoría democrática que quiere participar, mientras que “los dueños de las tarjetas electorales” rechazan la participación. Lo que pudiera ocurrir es que la posición quede, una vez más, sin representación en el Poder Legislativo.
Asumimos el compromiso con el país de transitar la ruta de los acuerdos parciales, convencidos que así podríamos generar cambios importantes para avanzar en la solución pacífica y democrática de la crisis venezolana… #CneRenovado 1/6
— Timoteo Zambrano (@TimoteoZambrano) June 13, 2020
Muy lejos han quedado los aires de victoria de 2019, donde el gobierno de Donald Trump y sus socios, vociferaban el fin del gobierno de Nicolás Maduro. 6 meses de 2020 confirman la pantomima de “presidencia interina” y ratifican la capacidad de organización y liderazgo del chavismo, como movimiento de masas y primera fuerza política de Venezuela.
