Con los recientes casos de minas antipersonales en sectores fronterizos, Venezuela enfrenta otra las amenazas a la que se expone, por ser vecina de una nación que lleva más de 50 años en medio de un conflicto armado, para el cual la cúpula gobernante no ha tenido capacidad o, tal vez, interés en resolver.
Es por eso que, en pleno siglo XXI, los pueblos fronterizos, especialmente los del estado Apure, atraviesan por un momento crucial en la lucha, para que los grupos armados del narcotráfico colombiano no exporten la violencia y se instalen en suelo venezolano.
Luego de los combates que ha sostenido la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), para expulsar a dichas organizaciones criminales a su lugar de origen, Colombia; otras formas de guerra y violencia merecen especial atención, no sólo en el campo de los símbolos y los medios, sino en el propio campo de confrontación física.
En tal sentido, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimr Padrino López, advirtió sobre el peligro que representan procedimientos como la implantación de minas antipersonales por parte de los grupos irregulares. Elementos que han sumido en la desgracia, por décadas, a los colombianos.
Nos enfrentamos a la histórica práctica terrorista de la violencia colombiana. Esta vez, con el apoyo logístico del vecino país, emplean minas contra personas, que también han impactado a vehículos blindados de la FANB. Nosotros seguiremos IMPLACABLES combatiéndolos. pic.twitter.com/lKK1UIuwO8
— Vladimir Padrino L. (@vladimirpadrino) March 30, 2021
Terrorismo en exportación
Ya alertaron las autoridades venezolanas sobre la intención de promover desde Colombia una escalada de violencia. El plan, cuenta con el apoyo de ciertos medios de comunicación al difundir campañas de guerra psicológica contra los habitantes de municipios fronterizos; tal como ocurrió en La Victoria, estado Apure, recientemente.
Ahora, se evidencia la magnitud y capacidad de destrucción de las minas antipersonales, cuya presencia comprobaron los efectivos de la FANB, en determinadas zonas limítrofes entre Colombia y Venezuela, en este caso, aledañas a la localidad de la Victoria.
Pero, ese país con el cual Venezuela comparte más de 2.200 kilómetros de frontera y la profunda raíz histórica común de sus pueblos; es el más afectado del planeta, después de Afganistán, por la acción de las minas antipersonales. Ya son más de 13 mil las víctimas a causa de esos artefactos explosivos, según organizaciones colombianas que hace seguimiento a la materia.
Desde Venezuela, el propio presidente Nicolás Maduro reiteró la denuncia acerca de participación directa de Iván Duque en esos planes; a través del servicio de inteligencia y el ejército, en coordinación con los grupos irregulares. Ha dicho que desde el gobierno colombiano «les dan misiones para que vengan a traer la guerra a Venezuela».
Por su parte, el vicepresidente de Soberanía Política, Seguridad y Paz, Vladimir Padrino López, sostuvo que los cuerpos de seguridad venezolanos se mantienen desplegados. La misión es garantizar la paz en la zona fronteriza afectada por el conflicto colombiano.
#FANB Seguimos dando fuertes golpes a estos GRIACOLT (grupos irregulares armados colombianos terroristas) narcotraficantes. Apenas estamos comenzando, elevando el pie de fuerza en todos los espacios del territorio nacional y también en la lucha irregular contra toda amenaza! https://t.co/vFFIRLZyxY pic.twitter.com/yxnSdbMLMo
— A/J REMIGIO CEBALLOS (@CeballosIchaso) March 30, 2021