Once batallas transcurrieron desde aquel 12 de febrero de 1814 cuando el ejército liderado por José Félix Ribas venció en la Batalla de la Victoria; abriendo cauce al desenlace histórico que llevó a Venezuela a alcanzar la independencia política y arrancar el lastre de ser una colonia española; a través de un duro camino de enfrentamientos que continuó por siete años hasta sellar la victoria en Carabobo.
Muchos aspectos de la gesta de Carabobo han sido rememorados en gloriosas páginas y han inspirado el estudio en espacios académicos, militares, culturales.
No sólo el eco de las espadas, los rifles y los pasos de caballos resonaban en cada contienda. También los cantos heroicos que el ejército entonaba antes de iniciar cada batalla. El espíritu y la moral de combate han estado presentes a lo largo de la historia en las raíces de lucha del pueblo venezolano. Carabobo no fue la excepción.
Sin embargo, hay un elemento fundamental a destacar de todo lo que significó la contienda para alcanzar la independencia; y es el hecho de que el ejército Bolivariano estaba constituido por el pueblo en armas.
La historia de Anastasia
Y ese pueblo no sólo combatía cuerpo a cuerpo, sino que en cualquier montaña las mujeres, soldados, estudiantes, campesinos y campesinas; hacían su parte en el cúmulo para lograr la victoria. Aquí retomamos la historia de Anastasia, y su papel en la Campaña Admirable:
Cuentan que en las guerras de independencia, durante la Campaña Admirable dirigida por Simón Bolívar en 1813; Anastasia trabajaba en el convento de monjas brindando algunos servicios. Estas sospechaban de su filiación patriótica. Anastasia vendía dulces y panelas.
Fue en la tarde del 17 de abril de ese año cuando Anastasia va, como de costumbre, al cuartel general a ofrecer sus dulces. Allí percibió un movimiento extraño de armas, y con su intuición además del temor manifestado por uno de los presentes de que se acercaba el ejército patriota, salió de inmediato a informar a Lorenzo Maldonado, jefe de la conspiración, quien hizo caso omiso a esta alerta.
En la madrugada del 18 de abril, el ejército español huye despavorido de la ciudad, al escuchar al ejército de Bolívar que se acercaba con ruido de escopetas y tambores.
Este ejército estaba conformado por una sola mujer: Anastasia; quien decidió asumir su papel en la guerra y ante la información que encontró en el cuartel general, activó esa madrugada el tambor del convento golpeándolo con fuerza y dando uno que otro disparo con escopeta para tiro.
Asimismo, Eduardo Blanco en su maravillosa obra “Venezuela Heroica”, señala acerca de lo sucedido en la Batalla de la Victoria:
“Sobre la beca del seminarista se ostentan de improviso los arreos del soldado…confundidos con las tropas de línea; y aprenden de camino, el manejo del arma que los abruma con su peso, así como acostumbran el oído a los toques de guerra, y a las voces de mando de aquellos decuriones que se prometen enseñarles a morir por la Patria”.
Ambos episodios dan cuenta de una característica que diferenciaba al ejército Bolivariano: el pueblo en armas. En la actualidad pudiera plantearse esta estrategia como “la guerra de todo el pueblo”, utilizada para enfrentar enemigos que cuentan con fuerzas militares y tecnológicas superiores. En esta estrategia, ninguna fuerza es innecesaria y cada ser humano puede ser un combatiente.
El Bicentenario, huella de un camino que aún se transita
Si bien en 1824 se alcanzó la independencia política de Venezuela en la Batalla de Carabobo; un largo peso de viejas estructuras se arraigó en tierras latinoamericanas para continuar, desde otros espejos, la dominación de una región que contiene heroicidad, espíritu de libertad, solidaridad, identidad y la mayor biodiversidad que interesa al sostenimiento del modelo de producción capitalista.
Sin embargo, “Bolívar despierta cada cien años cuando despierta el pueblo”. La Revolución Bolivariana trajo consigo la lucha del Padre Libertador, para enfrentar a un nuevo imperio.
Y consecuente con este ideal, el Comandante Chávez define dentro de las estrategias para la defensa, la conformación de la milicia Bolivariana; un cuerpo creado en el año 2009 para la resistencia del pueblo venezolano frente a los ataques del imperialismo estadounidense.
Esta fuerza está integrada por militares y civiles, que son entrenados y entrenadas en la estrategia de la guerra popular o la guerra de todo el pueblo, sumando a sus filas un total de 3.300.000 milicianos y milicianas desplegados en todo el país y forma parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), con rango constitucional. Es así como todo el pueblo se suma al trabajo de defensa y protección de la Nación.
El Bicentenario de Carabobo nos encuentra en medio de un conflicto global de grandes dimensiones. En Venezuela se centra una pugna que tiene dos opciones: la supervivencia del imperialismo como esencia del capitalismo o la supervivencia de la vida en el planeta. La escasez de los recursos energéticos que sustentan el sistema mundial obligan a las élites globales a mantener su mirada puesta en la región Latinoamericana, y dentro de ella, sobre Venezuela.
En este subsuelo se encuentran los minerales estratégicos que necesitan para continuar con el modelo irracional que ha conducido al mundo a la emergencia social, y sobre esta tierra se encuentra andando el proyecto alternativo que ha sido faro de luz para el mundo durante siglos y que Hugo Chávez volvió a despertar: la Revolución Bolivariana. No pasarán.