No es secreto que la economía venezolana atraviesa una crisis producto de la guerra económica concentrada en golpear la moneda nacional, afectar las condiciones de vida de la mayoría de la población venezolana y bloquear las posibilidades del Estado venezolano de desarrollar actividades financieras a nivel internacional; estrategia unida al saqueo de los recursos venezolanos en bancos extranjeros.
Esta guerra ha arreciado con más fuerza a partir del año 2015. Como consecuencia el Estado venezolano ha sufrido una pérdida de ingresos del 99% del presupuesto nacional.
En tal sentido, se hace urgente tomar medidas que permitan revertir esta realidad y para ello diversas acciones se vienen adelantando; y prometen avanzar a partir de la aprobación de la Ley Antibloqueo.
Recientemente, autoridades regionales junto a candidatos a la Asamblea Nacional por el Partido Socialista Unido de Venezuela, anuncian el establecimiento de las llamadas Zonas Económicas Especiales (ZEE); propuesta orientada a avanzar en el ámbito económico.
Tal es el caso del candidato Nicolás Maduro Guerra, que aportó como propuesta el establecimiento de la Zona Económica Especial de La Guaira.
“Estamos proponiendo que haya en La Guaira un núcleo, la Universidad de las Ciencias Básicas y de Investigación profunda (…) Es una estrategia revolucionaria que nos va a permitir dinamizar la economía, la atención al pueblo, además de traer crecimiento al estado y al país”, destacó Maduro Guerra.
¿De qué se tratan las Zonas Económicas Especiales?
Las zonas económicas especiales están definidas como un área territorial en la cual se establecen regulaciones distintas al resto del territorio; teniendo como objetivo atraer inversión al país; a través del impulso de sectores como el turismo, la industria, la tecnología, el comercio, entre otros, estableciendo incentivos especiales para su activación.
En el caso de China, las zonas económicas especiales inician en los años 70 a través de su programa de reformas económicas.
En 1979 el Consejo de Estado Comunista Chino autorizó crear cuatro Zonas Económicas Especiales en Shenzhen, Zhuhai, Shantou y Xianmen. Actualmente tiene más de 2500 ZEE.
Otros países como La India, EE.UU., Nicaragua, Filipinas, Costa Rica, Colombia, Honduras, Brasil, República Dominicana, Panamá, entre otros; impulsan este tipo de formaciones económicas. Sin embargo, la propuesta de Venezuela establece otra visión.
Venezuela y las zonas especiales de desarrollo
El Comandante Chávez planteó como parte del Plan estratégico de la Nación, la creación de las llamadas “Zonas especiales de desarrollo sustentable” en el año 2001; con la finalidad de impulsar el desarrollo integral de las áreas que por sus características y potencialidades requieren de un esfuerzo dirigido y planificado para fomentar el aumento de la productividad y adecuada explotación de los recursos existentes en las mismas.
“Nosotros vamos hacia un modelo de desarrollo que le devuelva la vida y la felicidad a los pueblos. No que los aniquile o que los termine de aniquilar más de lo que lo aniquilaron en los siglos precedentes.
Es allí dónde surgen opciones a ese modelo de neoliberalización que es perverso para nosotros y no podemos permitir que eso se lo apliquen a nuestros países sería el comienzo definitivo del fin.
Sería acabar con la empresa nacional, acabar con la soberanía, acabar con la vida en beneficio de los privilegiados del mundo de ese 1 por ciento que en el mundo obtienen ingresos equivalentes a los que tienen 75 por ciento del mundo (…)
Presentarle al mundo ante la gran incertidumbre que existe alternativas, es una tarea, y es lo que desde Venezuela estamos haciendo”, Comandante Chávez.
Según este planteamiento, las zonas especiales de desarrollo deben abordar la realidad como una totalidad que tomen en cuenta en primer momento el avance de las potencialidades propias del territorio.
Estas potencialidades incluyen fortalezas productivas, recursos, población y cultura, entre otras.
El avance de estas zonas económicas debe ir de la mano con el fortalecimiento del modelo político y social de la Revolución Bolivariana; que permita devolver al pueblo venezolano la calidad de vida en condiciones de dignidad y justicia.
La propuesta presentada en La Guaira plantea no sólo el intercambio de bienes sino la captación de inversión a gran escala y la industrialización del estado; aprovechando la infraestructura existente del puerto y el aeropuerto de Maiquetía y estableciendo lazos con Caracas, Miranda y Aragua.
Contempla el impulso de los sectores agrícola y pesquero y el fortalecimiento de la economía comunal, entre otros.
Se trata de avanzar en propuestas que logren de una vez por todas superar el aislamiento financiero internacional impuesto al país; permitiendo retomar el rumbo que llevó a Venezuela a ser ejemplo en el mundo por su modelo de justicia social sustentado en las misiones y grandes misiones.
Aunado a esto, fortalecer la organización del poder popular que debe ser núcleo de todas las proyecciones que apunten a superar el bloqueo criminal; para avanzar hacia la concreción de los objetivos históricos planteados en el Plan de la Patria, dentro de los cuales se plantea: “Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político, dentro de la gran potencia naciente de América Latina y El Caribe (…)”