Violencia contra las mujeres: De la farándula a la justicia

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Con motivo de las denuncias de mujeres víctimas de violencia, que han salido a la luz a través de las redes sociales, y la preocupación -real u oportunista- que distintos sectores han expresado, resulta importante compartir el origen de esta situación, para poder ubicar una ruta que contribuya a una solución permanente.

El camino sobre este tema es y sigue siendo largo, por lo que es necesario conocer el origen, las dificultades, con qué se cuenta actualmente en el país y qué pueden esperar estas mujeres de la justicia venezolana.

¿De dónde viene la violencia contra las mujeres?

El abuso de hombres contra mujeres, tiene un origen. No es social. Es político. Y la ignorancia política, facilita que esto siga ocurriendo una y otra vez.

El origen político de la violencia contra la mujer se sostiene en una ideología: el machismo, la cual promueve la superioridad del hombre sobre la mujer, como fórmula de orden social.

No se trata de una guerra entre sexos sino de toda una estructura social que somete a más de la mitad de la población del planeta, de manera directa o indirecta.

La lucha contra el machismo es histórica y tiene una corriente que la visualiza, pelea, conquista victorias y narra derrota: se llama el feminismo.

Desde los tiempos de la revolución francesa, mujeres han puesto sobre la mesa un pliego de desigualdades que encubre nuestra sociedad moderna. Va desde la diferencia de roles, salarios, cargas de trabajo, hasta el asesinato y la violación como formas de imponer el control en el plano íntimo.

Estas banderas tienen enemigos y enemigas. Unos -los victimarios- suelen burlarse, minimizar, satirizar, desconocer. Otras -las víctimas que encubridoras- hablan de lo exagerado de los planteamientos, del respeto al victimario, de la moderación en el señalamiento… Ambos, cómplices de lo que no termina de morir.

¿A qué se enfrenta la lucha feminista?

Cuando se defiende a una mujer, víctima de violencia, se enfrentan varios techos:

  • El social, que trata a la mujer como responsable de los ataques.
  • El legal, que trata a las víctimas como exageradas y las invita a negociar con el agresor.
    • Muchas mujeres mueren luego de separarse, divorciarse e introducir varias denuncias que tardíamente son atendidas por las autoridades pertinentes.
  • El político:
    • Que mira de reojo a quienes asumen las banderas feministas, excluyendo a las compañeras militantes de responsabilidades donde se pueden tomar las decisiones en contra de las agresiones.
    • Que acompaña la lucha siempre que no exceda los límites del mercado, de clase, de status quo.
  • El religioso, dado que todas las religiones consideran a la mujer como inferiores u objetos del pecado. Esta narrativa justifica, incluso, las miles de denuncias de abusos sexuales de pastores, curas y autoridades eclesiásticas contra mujeres.
  • El médico, que somete a las mujeres pobres a torturas al momento de traer a sus hijos al mundo, al tiempo que rechaza las súplicas de mujeres jóvenes que desean ser ligadas.
  • El de clase social, que atiende sólo las demandas de las mujeres con privilegios de clase y no avanza hacia la conquista de derechos para todas, sabiendo que mientras menos recursos, más cruel es la agresión.
    • La mayoría de las niñas abusadas en ambientes familiares son de origen pobre.

Por ello, hablar de los derechos de las mujeres, es un asunto más complejo, estructural, revolucionario, que amerita una posición moral y política, más allá de una bandera de coyuntura o una situación oportunista.

¿Qué se ha hecho en Venezuela?

Desde que la revolución bolivariana llegó a Venezuela, mujeres feministas han impulsado la creación de una serie de instituciones y redes de protección desde el plano comunitario hasta el legislativo, para atender las consecuencias del machismo.

Entre ellas, debemos destacar:
  • Creación del Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la igualdad de género.
  • Promulgación de Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
  • Instalación de la Defensoría Nacional de los Derechos de las Mujeres.
  • Creación de los programas:
    • Casa de Abrigo: establecimientos destinados a hospedar temporalmente a las mujeres, sus hijos e hijas menores de 12 años, sobrevivientes de situaciones extremas de violencia por razones de género.
    • Observatorio de violencia de género: para llevar datos científicos de la violencia contra mujeres.
    • Comisión nacional de masculinidades antimachistas: conformada por hombres que se suman a la lucha contra el machismo.

También han procurado abrir el debate nacional sobre el origen de la ideología machista y la necesidad de identificarla y superarla, en pro de un cambio real de nuestra sociedad.

Y ¿Qué ha hecho la oposición?

Algunos voceros de la oposición, se han manifestado sobre la situación, indicando que en Venezuela no hay justicia en materia de protección a las mujeres.

Al respecto, toca preguntar ¿cuál fue el aporte de esta bancada cuando han dirigido espacios de poder político?

Ni desde Alcaldías, Gobernaciones e incluso su hegemónico período en la Asamblea Nacional, se conoce hayan producido alguna acción en favor de las víctimas de violencia machista.

En todo caso, pareciera toca dar la bienvenida al ejercicio político y jurídico que la revolución bolivariana desarrolla, de manera sistemática, desde sus inicios.

¿Qué pasará con las denuncias hechas en redes sociales?

Gracias a la existencia de este marco institucional y legal, es posible la atención a las mujeres que, valientemente, han elevado sus denuncias en redes sociales.

A ellas les toca pasar del Twitter a la Fiscalía, para que inicie el proceso legal que conquiste la justicia.

La ministra para la Mujer, Carolys Pérez, elevó un Comunicado Público donde expresa su solidaridad con las víctimas y reafirma que los medios institucionales están a la orden para atender todos los casos que surjan.

También la Ministra hizo un llamado al medio artístico para construir una ruta de trabajo, que repare los daños a éstas y otras víctimas y asegure tranquilidad a las mujeres que incursionan en este medio.

Por su parte, el Fiscal General, Tarek William Saab informó que se iniciarán las investigaciones para determinar las culpas pertinentes y hacer valer la justicia.

Una reflexión sobre la lucha

Cada día, son cientos las denuncias que reciben los cuerpos de seguridad sobre mujeres víctimas de violencia. Nuestros funcionarios, débilmente preparados -por su arraigada condición machista-, son parte de la letal consecuencia de no atenderlas a tiempo.

Por ello, cuando un caso logra visibilidad, es una victoria para el movimiento; pues:

  • Permite visibilizar las fallas y acelerar los compromisos y
  • Lograr justicia sobre agresores famosos o de vida pública, implica actuar sobre los privilegios que encubren sus actos.

También, estas situaciones deben servir para llegar hasta aquellas que no cuentan con los privilegios mediáticos y que necesitan más solidaridad de quienes logran la justicia. Es decir, la lucha no termina con la cárcel del agresor. Ahí debe comenzar.

Recordemos que nuestras cárceles están llenas de hombres y mujeres víctimas sistemáticas de la ideología machista, cuya agresión inició en el seno del hogar y se extendió al resto de la sociedad.

Por ello, las mujeres plantean que esta lucha es incluso anterior al socialismo, pues sin hombres y mujeres libres del machismo, es difícil entender la opresión económica y demás formas de esclavitud.

Ojalá este momento sirva para sumar, cada día, a más mujeres a la lucha por su libertad y la de generaciones venideras, y así acelerar los tiempos históricos, tan necesario en un mundo sensiblemente golpeado por nuestra presencia.

 

 


 

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