Ante la inminente amenaza terrorista desde Colombia, así como las evidencias del ataque contra la refinería de Amuay, en el estado Falcón; el gobierno venezolano aplicará acciones especiales de protección a refinerías e instalaciones estratégicas.
Sobre el tema se pronunció el propio jefe de Estado, Nicolás Maduro Moros; al afirmar que es muy importante consolidar medidas de seguridad operativa para recuperar la producción en toda la industria.
“Hemos tomado medidas especiales, en el Comando Estratégico Operacional, junto al almirante Ceballos, con el Sebin y la Milicia Bolivariana; para proteger nuestra refinerías e instalaciones fundamentales”, dijo Nicolás Maduro.
Asimismo, pidió al pueblo del estado Falcón; suministrar a las autoridades toda la información que puedan tener sobre posible presencia de elementos extraños. Instó a actuar con rapidez para la captura de estos terroristas que pudieran estar pululando, en lugares cercanos a las refinerías.
“Para echar a andar las fuerzas productivas de Venezuela hay que poner un elemento central que es la seguridad», dijo.
Asimismo, expresó que «la oligarquía colombiana está en guerra contra Venezuela». Igualmente, señaló que una guerra y debemos ganarla con la seguridad y la protección, aseveró.
Guerra sucia desde Colombia
Maduro, de igual forma, ratificó que ha denunciado en reiteradas ocasiones estos ataques por parte de grupos terroristas, amparados por el gobierno colombiano. “No tienen límite, Iván Duque y Álvaro Uribe Vélez están detrás de este ataque; junto a los organismos de inteligencia del gobierno de Estados Unidos”, expresó.
Por otro lado, dijo que los ataques a refinerías son acciones que no se toman ni en situaciones de guerra; cuando se respetan las instalaciones vitales que generan electricidad, petróleo, gas, gasolina y agua.
“Inclusive se considera delito de guerra, un delito grave, atacar los servicios fundamentales para la población civil”, puntualizó.
Insistió en que los trabajadores y trabajadoras deben ser protagonistas del aseguramiento y protección a refinerías y a todos los establecimientos industriales del país, junto a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
“Es una guerra sucia, deleznable. No tienen límites éticos ni morales quienes dirigen Colombia. Y quieren destruir Venezuela”, reiteró.