Tomás Guanipa, embajador de fantasía de Juan Guaidó, días atrás festejaba la entrada de los venezolanos retenidos en el Aereopuerto “El Dorado”, quienes fueron lanzados a las calles de Bogotá, sin ninguna medida de protección contra la pandemia del Covid-19.
Gracias a las gestiones del Embajador @TomasGuanipa, logramos el ingreso a Colombia de los venezolanos que se encontraban en el Aeropuerto El Dorado.
Seguimos articulando esfuerzos para proteger a nuestra gente y superar juntos la emergencia. https://t.co/m0ABXnb0LY
— Juan Guaidó (@jguaido) March 23, 2020
Con 378 casos confirmados y 3 muertos, Colombia cumple las primeras horas de cuarentena luego de varias semanas de espera irresponsable, medida que no ha venido acompañada de ninguna política de protección a los trabajadores, lo que ha traído angustia y desesperación para las clases populares. Incluyendo a un grupo de venezolanos que se creyó la idea de que el gobierno colombiano los ayudaría a mejorar sus condiciones de vida y que en este momento de emergencia sanitaria global, quedaron a la deriva siendo víctimas de crueles humillaciones y engaños.
Los niveles de tensión son insostenibles, este martes un grupo venezolanos se congregó en la plaza de Bolívar de Bogotá, pidiendo ayudas para pagar alquileres y alimentos necesarios para pasar el confinamiento, que durará al menos 20 días. Mientras otro grupo, rodeaba la alcaldía de Medellín, para exigir la entrega de 60 mil pesos que según les iban hacer entregados como compensación.
Engañados por una cadena falsa de WhatsApp, decenas de venezolanos vienen a La Alpujarra a reclamar 60 mil pesos que supuestamente les iba a dar la Alcaldía. Increíble que en estos momentos algunos quieran jugar con la esperanza de la gente. pic.twitter.com/zKIxIAyYha
— Daniel Quintero Calle (@QuinteroCalle) March 24, 2020
Las respuesta ha sido nula, el silencio de las autoridades colombianas y la omisión de los pseudo diplomáticos venezolanos, solo ratifican una cosa: el discurso del supuesto drama migratorio y el apoyo irrestricto de los “dirigentes” de oposición, es mera campaña política que solo beneficia sus interés.
El negocio redondo del gobierno neogranadino
Colombia he encontrado su mejor fuente de financiamiento, en la crisis política y económica venezolana, impuesta por Estados Unidos (EE.UU.) y sus operadores nacionales. Dedicándose a cazar fondos de financiamiento de apoyo a la migración, consiguiendo en 2019, al menos 186 millones de dólares para la “asistencia” de los venezolanos en su territorio:
- 12 de abril de 2019: Banco Mundial, $31.5 millones de dólares.
- 05 de julio de 2019: Japón, $4.5 millones de dólares.
- 04 de Septiembre: Estados Unidos, $120 millones de dólares.
- 12 de septiembre: Unión Europea, $30 millones de dólares.
El paradero de los fondos es dudoso, debido a las controversias generadas en ese país, luego que el abandono de los militares disidentes, el robo del dinero recaudado en el concierto Aid Live Venezuela y de la supuesta «ayuda humanitaria», pasaran por debajo de la mesa.
Las dudas se van develando, gracias a la ineficiencia de ese Estado neoliberal, corrupto e incapaz de atender las necesidades de los colombianos que, por supuesto, tocan a los venezolanos pobres en ese territorio. Escenario que contrasta con la atención recibida por los 5 millones de colombianos en Venezuela, incorporados en el sistema de protección social del Gobierno Bolivariano.