Un Juan Guaidó, cada vez más solitario, arenga desde internet, a los maestros y a los médicos a tomar las calles para protestar contra el gobierno nacional. Curiosamente, no se trata de un llamado a luchar por reivindicaciones salariales, ni mejora de las condiciones laborales, sino a conformar «comandos por la libertad» y exigir «elecciones libres». ¿Guarimba a la vista?
El autoproclamado da continuidad de esta forma a una estrategia virtual de «calentamiento de las calles». Que ya había puesto en práctica, durante las recientes manifestaciones registradas en el estado Yaracuy. Entonces, el supuesto gobernante interino emitió varios mensajes apoyando las «acciones de protesta» en la entidad centro-occidental.
Maestros y médicos
En esta oportunidad, Guaidó hizo énfasis en el gremio magisterial, cuyo núcleo opositor tiene prevista una protesta para el próximo jueves 5 de octubre. También aprovechó para extender «la convocatoria» al resto de sus «seguidores».
Por ello pidió: «un apoyo a los profesores, maestros que han convocado a una protesta el 5 de octubre. Y le pido a toda Venezuela que los acompañemos», señaló.
Asimismo, llamó a las organizaciones vinculadas a la salud a sumarse a esta manifestación. «La lucha de uno, es la lucha de todos», señaló el diputado por Vargas e integrante de la terrorista organización Voluntad Popular (VP).
Precisamente, a partir de sus nexos con VP y con el grupo paramilitar colombiano «Los Rastrojos». Así como por la autoría intelectual de la fallida Operación Gedeón, los llamados de Guaidó a «calentar la calle» levantan sospecha.
Guarimba y posverdades
Especialmente, cuando desde Yaracuy se filtraron audios a las redes sociales, de mercenarios de VP. Estos sujetos estaban organizando acciones violentas, en un formato muy parecido a las terroristas guarimbas.
Igualmente, las sospechas se acrecientan aún más cuando desde el exterior se ha pretendido crear una posverdad con respecto al Estado venezolano, señalándolo de haber cometido crímenes de lesa humanidad.
Este guión se ha soportado en un informe ficticio y pagado a supuestos expertos de la Naciones Unidas, para seguir abonando el terreno de la desestabilización y/o la intervención militar extranjera.
Como alguien dijo por las redes, «ojalá no haya que esperar que Guaidó le haga daño a un perro», para que la Fiscalía, finalmente, lo impute. Sería lo mínimo por tantos delitos cometidos contra el país y el pueblo venezolano.
