Bolsonaro y la extrema derecha brasileña están en contra de la vacunación obligatoria contra la covid-19, pero muy en el fondo saben que el tema resulta un buen negocio.
Esta afirmación parecería una conclusión arbitraria sino te enteras que el congreso del país aprobó este miércoles la vacunación privada y que el presidente se reunió con empresarios en Sao Paulo en donde le aplaudieron.
La decisión del parlamento y la euforia de los segundos revelan que caminan por la realidad de un país distinto. Brasil es el epicentro de la pandemia en donde sobran los enfermos y faltan las camas para atenderlos.
La nación sudamericana, desde el pasado 17 de marzo promedia los más de 70 mil contagios y el pasado 6 de abril superó el umbral de los 4 mil fallecidos en un día.
La variante Bolsonaro
A pesar de este drama al que se añade el de un panorama de hospitales abarrotados, el presidente Bolsonaro sigue firme en no concederle a la pandemia la gravedad que representa, mas sí brindarle a sus aliados un buen negocio con las vacunas.
En declaraciones que son un desafío a la sensatez de un estadista, relativiza las muertes por la covid-19 afirmando que de todos modos algún día tendrán que morir las personas, y que al mismo tiempo hay que retomar la actividad económica porque más puede matar el hambre que el virus.
Por esta determinación política de no hacer nada ante la enfermedad, partidos políticos y sindicatos acusan a Bolsonaro de genocida. Múltiples protestan se realizan en el país exigiendo su renuncia o destitución por parte del congreso.
Activistas sociales y dirigentes acusan al mandatario brasileño de perpetrar un exterminio de la población por su inacción. La nación sudamericana es la segunda en el mundo con más fallecidos y casos confirmados.
Desde hace unas semanas se registra una expansión de la enfermedad gracias a la propagación de una variante que es más contagioso y mortal.
Efectos colaterales en la región
Las decisiones de Bolsonaro de ver pasar el virus sin hacer nada no solo es un problema que afecta a los brasileños, sino también a la región.
Venezuela, un país que hasta ahora ha mantenido un control relativo de la enfermedad, experimentan una segunda ola impulsada por los linajes P1 y P2 descubiertos en Manaos.
Pero no conforme con esto, los medios brasileños confirman que el póker de cepas nuevas se abulta con un descubrimiento nuevo en Belo Horizonte.
De acuerdo a lo que describe el corresponsal de Telesur en Brasil, Nacho Lemus, este nuevo linaje “tiene 18 mutaciones sin descripciones en el virus Sars-CoV2. Entre ellas las identificadas en la variante P1 (Manaos), la P2 en Río, B.1.1.351 (Sudáfrica) y B.1.1.7 (reino Unido); todas más contagiosas”.