El pasado viernes 16 de octubre, la jueza federal de distrito sur de Nueva York, Katherine Polk Failla, dictaminó la validez de los bonos de Petróleo de Venezuela (Pdvsa) emitidos por el presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros y falló contra el autoproclamado Juan Guaidó, quien pretendía invalidarlos.
«La corte declara que los bonos de Pdvsa 2020 y los documentos que los rigen son válidos y ejecutables», señaló la jueza en un fallo de 68 páginas.
Según reseñan las agencias de noticias internacionales, la corte ha determinado que se produjo incumplimiento de pago de estos bonos desde octubre del año pasado.
Cabe señalar que el opositor argumentó que no eran válidos porque se emitieron sin la aprobación de la Asamblea Nacional.
En 2016, el jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, emitió estos bonos en un canje de deuda. Estos tienen como garantía 50.1% de las acciones de Citgo.
Entrega ilegal de Citgo
Cabe destacar que luego de la imposición de medidas coercitivas unilaterales, los activos de Pdvsa en Estados Unidos (filial Citgo) fueron entregados por el Gobierno de Donald Trump, de manera indebida a Juan Guaidó. Ello le ha permitido acceder a la filial del Estado venezolano, desde 2019 y a otros activos que le corresponden a la nación suramericana.
Presión y bloqueo de activos
También las publicaciones señalan que debido a la resolución de la justicia estadounidense, el banco MUFG Union Bank – fideicomisario- puede tratar de vender el colateral (garantía de respaldo) luego de 2021. Será en este año cuando venza la protección especial que el Gobierno de Estados Unidos concedió a Citgo, contra los acreedores de los bonos.
Precisamente Citgo se ha visto envuelta en una campaña de presión y bloqueo al Gobierno Bolivariano, mediante la congelación de activos. Sin embargo, a pesar del apoyo de Trump a Guaidó la justicia estadounidense le da un revés al opositor.
Esto no quiere decir que Washington haya abandonado su política de saqueo a Venezuela. Economistas sostienen que la intención es que Citgo termine en manos de los fondos de inversión estadounidenses por razones «geoestratégicas». Eso quiere decir que crearán los escenarios para «tomarlo por asalto».
