El prófugo ultraderechista Leopoldo López nunca logrará el favor del voto del pueblo venezolano, por lo que existe una única vía que quizás le permitiría llegar al poder en el país, según lo explicó el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez.
«La única manera de que el psicópata Leopoldo López logre, alguna vez, ser presidente de Venezuela, será el momento en que que lo haga montado en un portaaviones y llegue abordo de un portaaviones gringo»; expresó Rodríguez.
Por esta razón, añadió que aún en un escenario como ese, «va a tener que pasar por encima de nuestros cadáveres». También señaló que como no hay forma de que ganen por vía democráticas, esos sectores de la derecha recurren a la violencia y eso es lo que aplaude la Unión Europea.
Recordó que el único cargo para el que López ha sido votado, fue como alcalde del municipio Chacao, cuando esa localidad apenas tenía 221 habitantes. Mencionó que incluso en las elecciones primarias de la oposición, en el año 2012, sólo recibió 0.6% en las encuestas.
Las mafias conspiran
El diputado Jorge Rodríguez relató el contenido de la agenda que impuso el representante estadounidense, James Story, en Bogotá. En un encuentro que propiciaron para que los centros de poder norteamericanos giren instrucciones a sus cómplices de la ultraderecha nacional.
«Después de 2 años no son capaces de ver la debacle en la que han sumido a la oposición venezolana», manifestó el presidente del parlamento. De igual forma, rechazó las medidas coercitivas aplicadas por la Unión Europea contra 19 diputados de la AN.
«Secretaria, elabore la lista de los 277 diputados y diputadas de la Asamblea Nacional venezolana, mándesela a Borrell y a todos los embajadores de Europa. Y que nos sancionen a todos los diputados y diputadas», sentenció Jorge Rodríguez.
Así repudió las acciones que condenan a quienes defienden la democracia, pero aplauden a quienes promueven sanciones mediante las cuales mueren niñas y niños al no poder acceder a medicamentos.
Por otra parte, ratificó que las muestras de racismo, chauvinismo y misoginia que se registran en países como Chile, Colombia, Perú y Ecuador; se orquestaron como políticas de Estado de mandatarios como Piñera, Duque y Lenín Moreno contra un país que le dio la libertad a la mayoría de ellos.