Con la expulsión de un grupo de 56 venezolanas y venezolanos de la República de Chile, se cumple una nueva orden del presidente Sebastián Piñera; hecho que calentó el debate acerca del carácter arbitrario con el cual se desarrolló e procedimiento.
Asimismo, la medida es considerada contradictoria, por tratarse de uno de los gobiernos de América Latina que ataca frontalmente la gestión del jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro. Además, hasta hace unas pocas semanas Piñera insistía en abrir los brazos a la migración proveniente de la nación bolivariana.
Ahora, el dictamen del gobierno de Piñera promovió la deportación de los ciudadanos. Muy probablemente, esas personas viajaron a territorio chileno atendiendo a las «facilidades» que ofrecía el mandatario sureño; en sus insistentes discursos contra la gestión de Maduro.
Por otra parte, destaca el hecho de que la expulsión se desarrolló en horas de la madrugada del domingo 6 de junio. La acción incluyó la determinación de impedir cualquier posibilidad de acceder a tribunales de apelación o recursos de amparo.
De acuerdo con la denuncia que formuló el Servicio Jesuíta a Migrantes, organización internacional que cumple funciones también en Chile; el gobierno de Piñera «por cuarta vez consecutiva está deteniendo personas para expulsarlas, colectivamente, sin debido proceso«.
Gobierno de Piñera expulsó arbitrariamente a 30 venezolanos de Chile, en horas de la madrugada de hoy. Sin derecho a pataleo, sin tribunales de apelación…
— Vladimir Villegas (@Vladi_VillegasP) June 6, 2021
Cambio drástico de política
El discurso de Piñera, sobre la supuesta solidaridad con el pueblo venezolano y su apertura humanitaria llegó al extremo el 23 de febrero de 2019. Ese día, participó en el evento que pretendía ingresar la falsa «ayuda humanitaria» desde Cúcuta a territorio venezolano.
Allí, acompañado por el exdiputado oposicionista, Juan Guaidó, cargó contra el gobierno de Nicolás Maduro y ofreció su país como una oportunidad para quienes tomaran la decisión de buscar otro rumbo.
Sin embargo, el pasado mes de abril, el mandatario chileno promulgó una nueva ley migratoria que busca frenar el ingreso de personas de manera ilegal al territorio. Inclusive, frecuentemente el gobernante hace énfasis en el caso de ciudadanas y ciudadanos naturales de Venezuela.
Sobre esa normativa, las organizaciones de defensa de los derechos de migrantes, han expresado que el texto legal, aplicado para la expulsión de los 56 venezolanos, «deja un espacio muy amplio de discrecionalidad; sin control de la autoridad policial que está en frontera».
Este aparente cambio de política solidaria por parte de Sebastián Piñera con respecto al tema venezolano, coincide con el momento en que muchos países comenzaron a ser más «discretos» con el apoyo a Guaidó; ante la cada vez más deteriorada figura del ultraderechista en el escenario político venezolano.
