Según ha informado la Oficina de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), ya más de un millón de civiles han huido de Ucrania; pero hasta la misma ONU ha denunciado que hay numerosos informes de racismo, acoso y discriminación a personas de distintas razas que pretenden abandonar el país. Sin embargo, ciertos países brindan un trato VIP solo a los ucranianos selectos.
En efecto, el director general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), António Vitorino, señaló “Déjenme ser claro: la discriminación en base a la raza, la etnia, la nacionalidad o el estatus migratorio es inaceptable. Deploro cualquiera de esos actos; y llamo a los Estados a investigar este asunto y darle respuesta inmediatamente”.
Al parecer existe no sólo una selección por tonalidad de piel, color de ojos y etnicidad para ser autorizado a dejar el país en conflicto; sino que además influye la religión, estatus social, grado de instrucción y lugar de nacimiento.
Racismo? Nah. pic.twitter.com/aE089tHaqX
— Marcelo Kibudi (@kibudi) March 2, 2022
Ejemplos de trato especial
Según la prensa local, en una “histórica” decisión la Unión Europea aprobó, unánimemente, un acuerdo que otorga a los refugiados ucranianos una protección temporal. Para algunos inmediata ciudadanía y para otros permisos especiales.
Israel acepta que judíos ucranianos se establezcan en el país con plena ciudadanía, la emigración judía denominada Aliá. En Polonia y otros países fronterizos con Ucrania, los refugiados pueden permanecer en los centros de recepción; si no tienen amigos o parientes con quienes quedarse. Ahí se les brinda comida y atención médica.
Por otro lado, Italia ha ofrecido a los refugiados ucranianos que serán sometidos a pruebas diagnósticas del coronavirus en las 48 horas siguientes a su entrada al país; donde además a todos se les ofrecerá la vacunación, según una nueva directiva del Ministerio de Sanidad italiano. “Está claro que vamos a ofrecer la vacunación, pero lo que necesitan las personas que acuden a nosotros es un abrazo”, dijo el subsecretario de Sanidad, Pierpaolo Sileri.
Por su parte, el Ministerio del Interior de España, quiere que el procedimiento para que los ucranios puedan vivir y trabajar legalmente en el país, sin tantos contratiempos y de manera expedita.
Según un artículo de la BBC, resaltan la buena disposición con un trato casi VIP (Very Important People, gente muy importante) que tienen países como Hungría y Rumania; que están ofreciendo hasta “subsidios en efectivo para comida y ropa. Los niños reciben plazas en las escuelas locales. La República Checa permitirá que los refugiados soliciten un tipo especial de visa para quedarse por algún tiempo. Grecia y Alemania han envidado tiendas de campaña, mantas y mascarillas a Eslovaquia, mientras que Francia mandó medicamentos y otros equipos sanitarios a Polonia”. Pero ojo que es solo a los ucranianos rubios y de ojos claros. Los demás no.
La otra cara de la moneda
Mientras, cientos de estudiantes hindúes y africanos siguen esperando, no un abrazo italiano, pero si la autorización para poder salir de Ucrania y permanecen en la frontera sin apoyo ni respuesta. Esto, enfrentando precariedad de comida, salubridad y a la intemperie bajo temperaturas gélidas de Polonia, nada que ver con un trato VIP.
Sin embargo, esta medida tiene ciertos límites, de acuerdo con la comisaria europea de Asuntos Internos, Yiva Johansson, quien explicó que los extranjeros “que estén temporalmente trabajando en Ucrania, o estudiantes, no están cubiertos” por dicha protección. Pese a que esos ciudadanos que son provenientes de otros países, “son bienvenidos” en Europa, la UE contacta a sus países de origen para que los vengan a buscar. Pero no recibirán beneficios de ciudadanía ni tratos especiales.
