Altos funcionarios del gabinete presidencial del mandatario norteamericano, Donald Trump, han estado muy activos en los últimos días. Con declaraciones amenazantes se han permitido una confesión, sin tapujos, de que en estos últimos meses del año 2020 pondrán toda la carne en el asador. Todo con la finalidad de derrocar al gobierno constitucional del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Es un hecho harto conocido que la expansión imperial del modo de producción capitalista, como doctrina y categoría básica de las ciencias sociales, existe desde hace por lo menos 100 años. A fin de cuentas, el histórico líder de la Revolución rusa, Vladimir Ilich Lenin, desnudó las estructuras de este esquema de despojo global, en su clásico libro Imperialismo. Fase superior del capitalismo, a comienzos del siglo pasado.
Sin recato
No obstante, nunca como ahora con el caso venezolano, el imperialismo norteamericano se había permitido actuar con tanto desparpajo. No han tenido ningún tipo de recato, ni han hecho el más mínimo esfuerzo por guardar las formas. Ahora, declaran en la prensa lo que antes salía a luz pública varias décadas después, con los famosos archivos de documentos desclasificados.
Elliott Abrams representante del Departamento de Estado, para los asuntos relacionados con Venezuela, se da el tupé de “informar” que su gobierno “trabaja duro”, para propiciar la salida de Maduro. Inclusive detalló que agotarán los contactos en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para ver a quién pueden captar en la irresponsable aventura de un golpe de Estado. Una confesión que es el colmo del descaro.
Posteriormente, el senador Chris Murphy, enumeraba con lujo de detalles todas las acciones desestabilizadoras emprendidas por la administración Trump y como habían fracasado, una por una. Como dicen los abogados: a confesión de partes, relevo de pruebas.
Voceros de EEUU siguen reconociendo abiertamente sus crímenes y agresiones ilegales contra el pueblo venezolano. Junto con el libro de @AmbJohnBolton, estas confesiones constituyen invaluables elementos probatorios para la demanda que elevamos ante la Corte Penal Internacional. https://t.co/wtnHiLOMah
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) August 5, 2020
Por un asunto elemental de defensa de la soberanía, la oposición venezolana hace rato debió haber salido a condenar públicamente estas increíbles declaraciones. Es sabido que en cualquier país medianamente normal, fuerzas políticas que se adversan, cuando está en juego lo que se conoce como el interés nacional, es decir la seguridad e integridad de la patria, son capaces de hacer a un lado las diferencias y hacer filas, así sea momentáneamente, por una causa común.
Silencio cómplice
Venezuela ha sido objeto de una agresión imperial sostenida, como pocas veces en nuestra historia republicana. Y sin embargo, la oposición venezolana ha sido incapaz de hacer un pronunciamiento contundente y unitario. Especialmente las facciones más radicales, agrupadas en el denominado G-4.
Antes que reclamar por lo que a todas luces constituye un injerencismo inaceptable, la oposición ha guardado silencio. Lo que confirma la tesis del vicepresidente de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez, de que son grupos sin autonomía de decisión. Que reciben comandos a control remoto desde la Casa Blanca.
La respuesta del canciller de la República, Jorge Arreaza, ha sido contundente. Además de señalar que lo dicho por Murphy, junto con el libro escrito por John Bolton (La habitación donde todo ocurrió), constituyen elementos invaluables para documentar el grueso expediente de agresión imperialista, que introducirá el país en la Corte Penal Internacional. Advirtió, además que las pretensiones intervencionistas se terminarán estrellando nuevamente con la dignidad de un pueblo, un gobierno y una Fuerzas Armada más bolivariana que nunca.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, asegura que Donald #Trump pretende extender sus “agónicos y fracasados” planes golpistas contra el país bolivariano.#Venezuela #EEUU https://t.co/f41L0qlvDy
— HispanTV (@Hispantv) August 5, 2020
En la otra acera los voceros de esta extrema derecha, ni por causalidad asumen la bandera dela soberanía, ni siquiera por esta abierta confesión imperialista. Donde sí han salido raudos es a manifestar solidaridades automáticas con delincuentes de la peor calaña internacional.
Tanto en Colombia cómo en España los abusos de la izquierda apátrida y terrorista, ha hecho estallar las alarmas, y la gente de bien reacciona. Están a tiempo para no correr la suerte de Vzla.
— Enrique Aristeguieta (@EAristeguieta) August 5, 2020
Es el caso del expresidente colombiano, Álvaro Uribe, a quien le han dado casa por cárcel. También han manifestado su preocupación por el rey Juan Carlos I, ahora prófugo de la justicia española, tras un escándalo de corrupción de grandes proporciones.
Colombianos,
Su país está en peligro.
El encarcelamiento del Presidente @AlvaroUribeVel es parte de la operación del conglomerado criminal que ocupa Venezuela para derrocar su democracia.Luchemos juntos con toda nuestra fuerza y los derrotaremos. pic.twitter.com/9XgkPspRIg
— María Corina Machado (@MariaCorinaYA) August 7, 2020
Cosas y casos increíbles.