La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), señaló la necesidad de elaborar planes de defensa a gran escala, por primera vez desde la Guerra Fría, debido a una posible confrontación con Rusia.
El almirante Rob Bauer, uno de los principales oficiales militares de la Alianza Atlántica, dijo: «Tenemos que prepararnos para el hecho de que el conflicto puede presentarse en cualquier momento».
Según informan medios internacionales, los líderes de la OTAN posiblemente aborden este escenario en su próxima cumbre, que tendrá lugar en la capital lituana, Vilna, en julio.
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— RT en Español (@ActualidadRT) May 19, 2023
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, indicó que la organización brindará orientación a los países miembros ante un posible conflicto con Moscú. «Los países aliados sabrán exactamente qué fuerzas y capacidades se necesitan; incluyendo dónde, qué y cómo desplegar».
Diferencias y desafíos
Tras décadas de la Guerra Fría la OTAN deberá adoptar algunos cambios en sus planes. Con la adhesión de Finlandia a la alianza ha duplicado la frontera del bloque militar con Rusia, que es ahora de unos 2.500 kilómetros. De ese modo, se ha adoptado para los despliegues un enfoque más flexible que en el pasado.
Otra diferencia es que actualmente se cuenta con drones, armas hipersónicas, Internet, satélites y otras tecnologías que facilitan la rápida difusión de la información.
Sin embargo, a pesar de las nuevas tecnologías la alianza debe resolver los problemas de producción en la industria de defensa. El conflicto ucraniano ha demostrado que el bloque militar tiene dificultades para producir suficientes armas y municiones para satisfacer las constantes demandas de Kiev.
Rusia fuera de Europa
Anteriormente, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, declaró: «La OTAN quiere mantener a los rusos fuera de Europa. Tras el fin de la Guerra Fría, la filosofía del dominio de ventajas unilaterales no ha desaparecido».
En este sentido, recordó que Moscú antes de lanzar la operación militar en Ucrania, intentó un arreglo político a través de la implementación de varios acuerdos. Sin embargo, estos fueron «rechazados».
«Estamos luchando por las condiciones de seguridad de nuestro país. Que durante los últimos 30 años han sido consistentemente destruidas por Occidente», dijo Lavrov, quien al mismo tiempo responsabilizó a EE.UU. de destruir todos los tratados en el campo de la estabilidad estratégica.
Mientras que, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, comentó que aunque los países occidentales insisten en que no son parte del conflicto ucraniano y solo ayudan a Kiev a «defenderse», en realidad no están interesados en poner fin a las hostilidades y solo demuestran su voluntad de aumentar la escalada.
«Occidente no está interesado en ninguna solución pacífica. Los objetivos del Occidente colectivo son evidentes para todos, y no los ocultan los propios políticos occidentales. En el centro de todo esto está el evidente deseo de seguir dictando su voluntad y sus supuestas reglas a todo el mundo», declaró Nebenzia.
Sanciones G7
Este viernes, el Grupo de los Siete (G7), acordaron nuevas sanciones sobre las exportaciones de «equipos industriales, herramientas y otras tecnologías que Rusia usa para reconstruir su maquinaria de guerra» en Ucrania.
En este sentido, los jefes de Estado y de gobierno del grupo declararon: «Reafirmamos nuestro compromiso de hacer frente común a la guerra de agresión ilegal, injustificable y no provocada de Rusia contra Ucrania».
Cabe destacar que el paquete, anunciado en una cumbre en Hiroshima, Japón, también incluye medidas contra entidades acusadas de llevar material al frente en beneficio de Moscú.
Por último, es importante recordar que el G7 es un foro político intergubernamental conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Además, de la Unión Europea.