Por: Gaith Mashfij.
Las políticas aplicadas por los Estados Unidos de América, como potencia colonial imperialista, son bien conocidas. Con el objetivo de controlar las capacidades de los pueblos del mundo, y garantizar su hegemonía sobre el resto de los países, impone su poder militar, político y económico, trayendo como consecuencia la opresión, degradación y destrucción de Estados y pueblos. Aquellos que siguenescépticos y desean participar en este debate, deberán leer la historia negra de los Estados Unidos de América, desdesu fundación hasta nuestros días.
El poder de los Estados Unidos ha crecido desde la Segunda Guerra Mundial, así como su influencia comercial y financiera, lo que le ha permitido pasar de las invasionesmilitares directas al uso del arma de las sanciones económicas a los países no alineados con su política. Dichas sanciones se aplican de manera unilateral o a través de organizaciones internacionales. Especialmente las Naciones Unidas.
Sin embargo, a lo largo de esta historia negra, EE.UU ha enfrentado muchas derrotas, particularmente de estados soberanos e independientes que han rechazado sus políticas y resistido sus proyectos.
En Oriente Medio, después de una guerra de poderes librada por los Estados Unidos con sus instrumentos en la región y los terroristas que ha reunido de todo el mundopara sembrar el terror en Siria –guerra de nueve años que continúa-, el imperio no ha logrado sus objetivos de derrocar al Estado Sirio. Por ello, pasa a la aplicación de las medidas coersitivas unilaterales, que conducen a un bloqueo económica que ha dado lugar a diversas crisis en todos los sectores, especialmente áreas vitales como la energía, alimentos y medicinas.
En Irán, desde que la administración Trump se retiró formalmente del acuerdo nuclear internacional con este país, en mayo de 2018, ha vuelto a imponer sanciones económicas pendientes anteriormente –incluidas las exportaciones de petróleo-, y ha añadido nuevas sanciones integrales que han afectado el nivel de vida y la situación económica y humanitaria en Irán. Además, el gobierno de EE.UU está haciendo campaña de «presión máxima» sobre Irán para obligarle a sentarse a la mesa y negociar un acuerdo más amplio que se ocupe de sus actividades nucleares, su programa de misiles y sus actividades regionales, bajo el señalamiento de Washington de que dichas actividades son «desestabilizadoras”.
En medio de este escenario, surge la propagación del virus Covid-19 en el mundo, y después de su brote en Irán y los países circundantes en Siria, las sanciones se han profundizado en ambos países, restringido severamente la capacidad de las importaciones, ayudas humanitarias y sanitarias –incluido los medicamentos y el equipo médico. Este virus, bajo las sanciones de estados Unidos, dará lugar a que muchos ciudadanos pierdan su salud, empleos e ingresos, y la negación del acceso a medicamentos y alimentos coloca a cualquier país en una posición más débil e incomparable con el resto de países del mundo.
Los gobiernos de todo el mundo exigen hoy el levantamiento de estas sanciones injustas, y se han unido, como un desafío ante la crisis causada por la epidemia. LaONU y la Unión Europea abogan hoy por el levantamiento de las sanciones y más recientemente los gobiernos de Rusia, China, Irán, Cuba, Venezuela, Nicaragua, la República Popular Democrática de Corea y Siria dirigieron una carta al Secretario General de la ONU, António Gutiérrez, con objetivo de que cesen estas acciones ilegales y dicho órgano garantice la igualdad y la coordinación entre los países. El mundo entero se enfrenta a los desafíos de la difusión de Covid-19, por lo que se requiere cooperación para proporcionar infraestructura y equipo básicos a los sectores de la salud, a todos, sin excepción.
Al final, creo que los Estados Unidos de América saldrán con su viejo-nuevo discurso de que estas sanciones son un medio de presión en beneficio de la gente de los países que «sufren» los regímenes de su país y su administración tiene objetivo como «traer la democracia de paz y los derechos humanos a estas personas». Ahora, la gran pregunta en este momento delicado es: ¿permitirán las agencias multinacionales imponer una nueva acción criminal del Imperio o actuarán en favor de la protección de la vida de millones de inocentes?
