El gobierno panameño hizo caso omiso de las presiones de las autoridades norteamericanas y recibió un contingente de médicos cubanos. Esto para hacerle frente a la crisis sanitaria desatada en esa nación, como consecuencia de la pandemia de covid-19.
«Esta mañana llegaron a nuestro país un total de 220 especialistas cubanos, quienes vienen a reforzar el sistema de salud en esta lucha contra el covid-19″, según informó el ministerio de Salud del Istmo a través de sus redes sociales.
Mientras que las autoridades de la representación diplomática cubana en Panamá resaltaron: «Llegaron nuestros Héroes de Batas Blancas a Panamá ¡Hermosa noticia para amanecer! ¡Orgullo de ser cubanos!».
Con una población de 4.200.000 personas, la nación panameña se ha visto desbordada por el incremento de los contagios y poca disponibilidad de personal médico. De hecho, el país presenta el mayor número de contagios de toda Centroamérica, con más de 220.000 casos acumulados y 3.664 muertos.
Presiones norteamericanas
Distintos voceros del gobierno estadounidense ejercieron presión por diversas vías para que el envío de médicos cubanos a territorio panameño no se pudiera concretar. Para Washington el ejército de Héroes de Batas Blancas cubanos representa un “patrón gubernamental” de “trabajo forzado”. Al decir de la Casa Blanca este programa de amor y solidaridad, sirve de «propaganda al gobierno comunista» de la mayor de las antillas.
«Los gobiernos que contratan profesionales de la salud cubanos deben garantizar su trato justo y humano, en contraste con el régimen de Castro que trafica y explota su valentía para su beneficio», según indicó el subsecretario de Estado interino para el Hemisferio Occidental, Michael Kozak.
Pero ni remotamente ofrecen algún tipo de ayuda. No pueden hacerlo porque a pesar de ser el mayor «socio comercial» de Panamá han impuesto un sistema ultra neoliberal, donde la salud está condicionada al dinero. En contravía Cuba y también Venezuela, conciben el cuidado sanitario, como una necesidad humana básica que debe ser satisfecha con el concurso del Estado.
