En la recta final de las elecciones parlamentarias, cuando tan sólo falta poco más de una semana, para que el pueblo pueda expresarse democráticamente, las mafias cambiarias exacerban los ataques contra el tipo de cambio venezolano. Como se dice popularmente, estas bandas andan «con el moño suelto». Y en su afán de crear zozobra literalmente han inflado el precio del dólar, hasta hacerlo traspasar la barrera del millón de bolívares.
De acuerdo con la cotización del día de hoy, la paridad bolívar / dólar promedió en horas de la tarde Bs. 1.085.529. Esto supone un brusco incremento con respecto a la jornada anterior, de poco más de Bs. 160 mil. Ello representa un aumento interdiario récord de 17,35%. Algo insólito y alejado de cualquier lógica, dinámica o modelo macroeconómico.
Ritmo vertiginoso
La velocidad con que se ha incrementado el dólar, ha sido tan pronunciada que ha dejado cortas incluso las proyecciones de economistas y líderes gremiales abiertamente opositores. Por ejemplo para el economista, Asdrúbal Oliveros, el «punto de equilibrio» del dólar o «tasa de equilibrio real» no debía exceder los Bs. 850 mil.
La cifra manejada por Oliveros coincide, con el pronóstico del segundo vicepresidente de Fedecámaras, Fernando Cepeda. El empresario declaraba a la prensa recientemente, que el dólar debía moverse entre Bs. 800 y 900 mil, pero a fines de diciembre.
Sabemos que en la economía venezolana, como en la mayoría de los países, la opinión de este tipo de «analistas» y «gremios» termina siendo muy influyente, por aquello de las «expectativas racionales». De manera que regularmente estos «agentes» se cartelizan en sus puntos de vista y utilizan este poder, para incidir de manera determinante en la formación de los precios.
Manejo criminal
¿Qué pasó ahora?, ¿el genio se salió de la botella?, obviamente que no. Esto sólo comprueba que el mercado del dólar se está manejando de manera criminalmente especulativa. Las mafias aprovechan la vulnerabilidad del gobierno nacional, que se ha visto restringido en un capacidad de equilibrar la oferta del dólar, por la caída abrupta del ingreso petrolero. Todo «cortesía» de Juan Guaidó y el saliente presidente norteamericano, Donald Trump.
A ello se suma el incremento estacional de la liquidez, producto de la temporada decembrina y el cierre de un año electoral. Además, contribuye el fenómeno de la hiperinflación, también inducida, e igualmente derivada de la crueldad del bloqueo financiero.
No obstante, la abrupta subida del dólar, a juicio del científico y profesor universitario, Emilio Hernández, sólo tiene una explicación posible: «Estas aceleraciones en la devaluación del bolívar en vísperas de algún evento político han ocurrido reiteradamente durante los últimos años. El patrón de comportamiento es tan evidente que aún me asombran los análisis económicos <<ortodoxos>> de todo signo político«.
Posible vacuna
Hernández insiste en que el remedio o vacuna contra esta corrosiva enfermedad cambiaria, radica en el anclaje del bolívar al valor de nuestros commodities, es decir el petróleo, el oro y otros minerales. Pero a juicio de Hernández: «el anclaje debe ser real, una especie de vale por una cierta cantidad de materia prima«.
Por su parte, la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, inició la semana con una serie de anuncios orientados a proteger al bolívar de esta nueva arremetida. En este sentido por intermedio de la Sudeban, se ampliaron los límites de las transacciones en bolívares, lo que se revisará constantemente.
También, las transacciones en divisas dentro de una entidad financiera pagarán un impuesto transaccional, que será mayor al impuesto a las Grandes Transacciones Financieras de las operaciones en bolívares.
Todo indica que esta semana previa a las elecciones los ataques al signo monetario serán aún más virulentos. Conviene estar preparados desde todo punto de vista, conscientes de que votando masivamente, no sólo castigamos al guaidosismo corrupto, sino también al inescrupuloso especulador cambiario.