La balsa de la Medusa, el Coronavirus y el naufragio Trump

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Por: David Gómez Rodríguez.

Luego de la derrota del ejército imperial en la batalla de Waterloo, el 22 de junio de 1815 Napoleón Bonaparte decidió abdicar el poder sobre el imperio en favor de su hijo, al que proclamó como Napoleón II, Emperador de los franceses. Sin embargo, la proclamación del hijo de Napoleón resultó tan vacua como la presidencia de Juan Guaidó. El decreto firmado por Bonaparte fue tan inútil como la presencia del diputado venezolano en el congreso de los Estados Unidos (EE.UU.). Fue en ese contexto que los Borbones volvieron al poder a través de Luis XVIII y entonces, en medio de la aparente estabilidad, los británicos restituyeron a Francia las factorías coloniales en Senegal que habían ocupado durante las guerras napoleónicas.

Para restituir el poder de Francia sobre aquellos territorios en Senegal se envió una misión naval, donde se encontraba la Fragata Medusa. El mando de la Medusa fue otorgado al Vizconde Hugues Duroy De Chaumareys, no obstante, este nombramiento fue en sí un acto de corrupción y favoritismo, pues no contaba con los méritos y tenía más de veinte años que no formaba parte de una tripulación, cuestión que explica la serie de decisiones erróneas que desembocaron en el naufragio de la nave frente a la costa de Mauritania el 2 de julio de 1816. Si bien la crisis se manifestó en todo su horror luego del naufragio, la verdad es que la catástrofe era hija de un desastre mayor: la traición de los principios de la Revolución Francesa a través de lo que conocemos en la historia francesa como “La Restauración”, donde intentaron asesinar la idea de la igualdad, la fraternidad y la libertad. Esto originó una crisis económica, industrial y agraria, peor que la que dio lugar a la Revolución francesa de 1789. Hoy la humanidad vive una situación muy similar, las élites conservadoras han impuesto un modelo económico que incluso traiciona el concepto de estado de bienestar y minimiza las garantías sociales del pueblo para enriquecer más a los que ya son millonarios. El sistema está corrupto en su concepción misma, por eso pondrá capitanes como Trump, Macron y Bolsonaro, a sabiendas de que nos dirigen al naufragio.  

En el mundo de hoy, con el barco encallado, tratan de minimizar las consecuencias de sus decisiones económicas, hacen hospitales de emergencia y declaran no tener la infraestructura suficiente para atender la situación generada por el COVID-19: no hay insumos básicos como ropa de protección para los profesionales de la salud ni respiradores para los pacientes en países como EE.UU., Italia y España, sin embargo en el mundo se gastan cerca de 2 billones de dólares (2.000.000.000.000 $) anuales en materia militar, según el instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés), solo EE.UU., que actualmente es el país con mayor índice de contagiados en el mundo, gasta 649 mil millones de dólares cada año en presupuesto militar. Es importante recordar que en medio del naufragio de la fragata Medusa, el capitán se negó a retirar los 14 cañones de cubierta, con esta decisión firmó el destino trágico del barco y su tripulación. Trump hoy, lejos de concentrar todos sus esfuerzos en salvar al pueblo norteamericano del virus que lo azota, promueve un intento de golpe de Estado y movimientos militares en el Caribe dirigidos a intimidar y agredir a un país soberano en medio de un contexto que nos llama a todos a unir esfuerzos por la supervivencia de la especie. Queda claro que, como el Capitán De Chaumareys, prefiere los cañones que la vida.

Por supuesto que desde el momento que la fragata encalló, el Capitán ideó un plan para salvaguardar su vida y de los de la élite que navegaban junto a él: redactó una lista con los nombres de los que subirían a los botes salvavidas, los 147 tripulantes restantes subirían a una balsa que construyeron y a la que bautizaron “La Machine”. Así ataron la balsa a los botes salvavidas para remolcarlos hasta llegar a la costa, sin embargo, al cabo de unas horas, el capitán de Chaumareys decidió soltar las cuerdas y abandonar a los tripulantes de la balsa a su suerte, pues en caso de un motín representaban un peligro. 147 personas quedaron a la deriva. Trump hizo lo mismo que de Chaumareys. Hoy EE.UU. sabe que perderán entre 100.000 y 240.000 vidas como mínimo, el presidente se preocupa solo por la élite; es la misma actitud que toma el presidente Lenín Moreno en Ecuador, anunciando como un logro del gobierno, un plan para recoger cadáveres de la calle, luego de días de abandono. En tal contexto es importante recordar que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 100 millones de personas están en la pobreza, pues por no tener protección social se ven forzadas a pagar su atención sanitaria.

En la balsa de la Medusa la primera noche de abandono hubo riñas, suicidios y asesinatos. Según el testimonio de los sobrevivientes, el tercer día algunos decidieron comer la carne de los otros náufragos que yacían muertos. Mientras tanto, el capitán De Chaumareys y el nuevo gobernador de Francia en Senegal llegaban al puerto de Saint-Louis, desde donde enviaron al barco Argus hasta el lugar del naufragio para recuperar tres barriles que contenían monedas de oro y plata, así como los cañones que estaban en la cubierta. En el camino encontraron a los 15 desdichados sobrevivientes de la balsa de la Medusa.  

Este acontecimiento significó uno de los peores desastres de la vida política francesa, dejando desnuda la podredumbre de sus instituciones y de sus dirigentes. El colmo fue el destino del capitán, pues según las leyes que imperaban entonceS, Chaumaerys debió ser condenado con la pena de muerte, pero su castigo apenas fueron tres años de prisión y una baja deshonrosa.

La tripulación de esa balsa retratada de manera espectacular por Théodore Géricault en su obra maestra Le Radeau de la Méduse, es la humanidad a la que hoy están lanzando por la borda. La verdadera crisis se manifiesta en el colapso de una estructura de poder piramidal sobre la base insostenible de una economía que pone como centro al capital y no al desarrollo humano, estructura a la que personajes como Trump pretenden seguir salvando a costa del canibalismo, ese será su naufragio.

 @davidgomez_rodriguez

 

 


 

 

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