Este sábado se hizo viral en redes sociales la carta enviada por la rectora de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Cecilia García Arocha, al ministro del Poder Popular para la Salud, Carlos Alvarado, donde se solicita «incluir a la comunidad estudiantil y al personal docente, administrativo técnico y de servicio» en el programa de vacunación que adelanta el Gobierno.
Si no fuese por el absurdo reconocimiento de la rectoría de la UCV al inexistente gobierno interino de Juan Guaidó, no sorprendiera el requerimiento.
Sin embargo, García Arocha y la enorme mayoría de sus directivos se han prestado al golpe de Estado liderado por Guaidó desde 2019.
Pese a ese estéril reconocimiento, Arocha también está clara que solo el Gobierno de Maduro administra, controla y ejerce el poder en Venezuela.
La rectora #UCV Cecilia García-Arocha, solicitó al Ministerio de Salud, incluir a la comunidad estudiantil, personal docente y administrativo en el programa de vacunación contra la #COVID19 #VacunasParaTodos #UniVe pic.twitter.com/RXIHKydpoB
— #UCV Medio Informativo. (@UCVzla_) March 19, 2021
¿Y por qué no a Guaidó?
La pregunta obvia de todos los internautas es ¿Por qué no pedirle apoyo a Guaidó si lo reconoce como presidente?.
Además, otras de las críticas radica en el hecho de que la UCV siempre se ha decantado por la autonomía pero depende del Gobierno que no reconoce.
Al mismo tiempo, el pasado 11 de marzo se cumplió un año de paralización total de actividades en la UCV.
Ni siquiera han recurrido a la educación a distancia como la enorme mayoría de los colegios, escuelas, liceos, universidades e institutos del país.
García Arocha ha hecho caso omiso a esa política de formación desde las nuevas tecnologías e irónicamente la «Casa que Vence las Sombras» ha estado en la oscurana.
Casualmente esta solicitud se hace en el mismo momento en que Guaidó ofreció falsamente conseguir unas vacunas para el país.
Pese a todas las agresiones, bloqueos y sanciones, Venezuela es de las pocas naciones del mundo que garantiza la vacunación gratuita.
Desde el 18 de febrero arrancó la vacunación con el biológico más certero hasta ahora: Sputnik V, de Rusia.
Mientras el ocho de marzo inició la aplicación de la vacuna china de Sinopharm, priorizando en ambas al personal de salud y de educación.
