La acusación por homicidio contra los 7 policías de EE.UU., ha desatado nuevamente la preocupación de la opinión pública ante la escalada de asesinatos en el país a manos de los funcionarios de seguridad.
El caso data del pasado 6 de marzo, cuando Irvo Otieno de 28 años, murió asfixiado por efectivos de seguridad. El hecho ocurrió en Hospital Estatal Central del condado de Dinwiddie.
Los policías sometieron a Otieno durante 12 minutos en el suelo, mientras estaba esposado y con grilletes en las piernas.
Esta nueva acusación contra los agentes del orden de Virginia sale a la luz, en medio de intensas investigaciones por el incremento de muertes bajo la supervisión policial.
A principios del 2023, se registró otro hecho en Tennessee, en el que Tyre Nichols, afrodescendiente de 29 años, perdió la vida a manos de agentes policiales.
“Las personas pierden la vida durante el encarcelamiento, la detención y la custodia policial todos los días, pero no tenemos idea de quiénes son, cómo mueren o cuál es la mejor manera de prevenir futuros decesos”; refirió en un comunicado de la directora interina del programa del Fondo de Educación, Bree Spencer.
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Datos suministrados por Mapping Police Violence revelaron que, solo en el 2022, se registraron más de 1.100 asesinatos a manos de agentes de la ley.
