Al menos 33 personas han muerto en Europa luego de que les colocaran la vacuna anticovid de Pfizer. Hasta ahora no está confirmado que el antídoto contra la pandemia sea la causa mortal, pero no faltan razones para sospechar.
De los 33 casos, 23 corresponden a Noruega. En ese país el organismo regulador de medicamentos confirmó que todas las víctimas eran mayores de 80 años. Además de la edad, todos tenían como cuadro común que ninguno podía presumir que tuviera buena salud.
A diferencia de los protocolos de ensayos clínicos, que se detienen con estas novedades indeseables, la vacunación no se ha detenido en el viejo continente.
Las autoridades noruegas, de acuerdo a lo que reseñan medios internacionales, solamente han modificado sus recomendaciones para la aplicación del antídoto. Para el país escandinavo, el medicamento solo podrá aplicarse a mayores de 80 años “en un estado crítico”.
El otro país del viejo continente que ha reportado fallecidos sospechosamente vinculados con la vacuna es Alemania. Este país confirmó 10 víctimas.
De acuerdo al instituto germano responsable de la aplicación de la vacuna, las víctimas en ese país oscilan entre los 79 y 93 años. Adicionalmente sus muertes “oscilaron entre varias horas y 4 días después de ser vacunados”.
Hay otras opciones
La vacuna de Pfizer y BioNTech no es la única alternativa para inmunizar contra la pandemia aun cuando la cobertura mediática la hace parecer como sí lo fuera.
La otra que hay, y que fue la primera entre todas, es la vacuna rusa Sputnik V, la cual ha demostrado hasta ahora ser más segura y eficaz.
Sus desarrolladores aseguran que al menos en Rusia más de un millón han sido vacunados, y ninguno ha revelado síntomas adversos.
Sputnik V en Venezuela
La Vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez confirmó que el organismo regulador del país autorizó el uso de emergencia del preparado ruso.
Al mismo tiempo adelantó que la inmunización de la población pudiera comenzarse en el primer trimestres del año.