La configuración de la geopolítica mundial actualmente tiende a la construcción de un mundo multipolar. El esequibo se encuentra en el ojo de esta pugna.
El agotamiento de las reservas energéticas del planeta inciden en esta reconfiguración; que se caracteriza esencialmente por el establecimiento de zonas de influencia entre las distintas potencias con grandes proyecciones de China y Rusia. A su vez, se vislumbra la pérdida de hegemonía de Estados Unidos en el marco de las relaciones internacionales.
El Esequibo se encuentra hoy en el núcleo de un juego geopolítico dirigido por grandes empresas del lobby petrolero mundial. América Latina está en el centro de una guerra por los recursos energéticos que abundan en la región, especialmente en Venezuela.
De esta manera, la pugna por el territorio Esequibo han convertido a este territorio en centro de amenaza contra la seguridad de la Nación.
“ (…) denunciamos ante la comunidad internacional, que la presencia del Jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, así como la aproximación de buques militares estadounidenses y la ejecución de maniobras marítimas conjuntas con la República Cooperativa de Guyana, en un área cercana a aguas jurisdiccionales de Venezuela; se constituyen en una nefasta provocación que atenta contra la paz y la seguridad regional. Bien es conocida la actitud belicista que este funcionario militar ha sostenido permanentemente hacia Venezuela, en su campaña sistemática de agresión (…)”, ministro de la defensa Vladimir Padrino López.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (Art.322), establece que la seguridad de la Nación “es competencia esencial y responsabilidad del Estado, fundamentada en el desarrollo integral de ésta y su defensa es responsabilidad de los venezolanos y venezolanas; también de las personas naturales y jurídicas, tanto de derecho público como de derecho privado.”
Asimismo, la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación (Art.2), establece que la misma “…garantiza el goce y ejercicio de los derechos y garantías en los ámbitos económico, social, político, cultural, geográfico, ambiental y militar de los principios y valores constitucionales por la población, las instituciones y cada una de las personas que conforman el Estado y la sociedad…”
La argumentación histórica demuestra de manera contundente que la Guayana Esequiba fue parte de la Capitanía General de Venezuela desde el siglo XIV. Sin embargo, el colonialismo británico ha insistido en el control de este territorio por su potencial económico y de tránsito a otros continentes.
Esta insistencia estuvo de alguna manera apoyada a través de la incapacidad de autoridades venezolanas; quienes a finales del siglo XIX entregaron la potestad de defensa a la junta arbitral que en 1899 entregó este territorio a los ingleses.
En 1966, se emite desde la Organización de Naciones Unidas (ONU) la llamada “Declaración de Ginebra”, que exhorta a Venezuela e Inglaterra a encontrar una solución a través del diálogo.
Esta declaración es quebrantada por Guyana que otorga concesiones para la explotación de petróleo en el año 2000 de manera ilegal.
Posteriormente Guyana presenta el caso ante la Corte Penal Internacional (CPI) a través de un mecanismo ilegal que Venezuela no reconoce. Es así como Venezuela avanza en una campaña internacional y en acciones jurídicas en defensa del territorio que pertenece a la Nación.
Diálogo como vía para la solución del conflicto
En medio de esta realidad, Venezuela ha impulsado la defensa de su soberanía en el marco del diálogo pacífico. Este es el esfuerzo al que va orientada la política internacional del país que en la Constitución Bolivariana destaca como principio la defensa de la paz entre los pueblos del mundo. Se trata de una lucha por la independencia de América Latina frente a las pretensiones de intereses del poder mundial. Venezuela la ha asumido como una bandera.
