Combatir el pánico y la desinformación, estrategia fundamental contra el Covid-19

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El viernes 13 de marzo se anunciaron los dos primeros casos de COVID-19 en el país, luego de que al menos 100 naciones en el mundo registraran pacientes con este virus. Desde antes, ya se habían establecido medidas de contingencia y cadenas oficiales de información al respecto. No obstante, un mal de nuestros días es la rápida propagación de rumores, fake news y noticias no confirmadas que atentan contra la estabilidad emocional de quienes consumen estos contenidos.

En la coyuntura actual, esta situación adquiere un grado importante de gravedad, pues es la salud la que se compromete. Nuestro sistema inmunológico está conectado con las emociones. Cuando estamos estresados, deprimidos o angustiados, nuestras defensas bajan y se deprimen también, lo que nos hace más vulnerables a la recepción de cualquier enfermedad.

Por tal razón, Hinterlaces.net entrevistó a Tania Cova, psicóloga clínica y Fernando Giuliani, psicólogo social, para entender cómo funciona esta relación sistema inmune – emocionalidad y cómo hacer frente a la difusión de contenidos angustiantes.

Cova, nos explicó el impacto de las emociones negativas sobre el sistema inmunológico.

¿Cómo nos afectan los rumores e informaciones no confirmadas, en nuestro sistema inmunológico?

Todos los seres humanos poseemos unos almacenes de control del estrés y de situaciones de alarma, sin embargo cuando los estresores externos sobrepasan esos controles, que son distintos en cada ser, se produce un colapso. Es por ello que debemos cuidarnos de la cibresaturacion que a través de los medios estamos recibiendo.

El pánico es un estado en el cual el individuo, siente que ha perdido el control de todo lo que le rodea y de sus propias acciones, de allí que se paralice. No es la primera vez que estamos sometidos a una situación como ésta,  la diferencia está en el trato y uso que a través de los medios le estamos dando a está situación de pandemia.

Es momentos de sacar a la luz nuestros valores humanos y hacer llamados a la calma, más que incitar al caos y al pánico

Con Giuliani abordamos algunos aspectos sociles sobre los que profundizó en la conversación con el equipo de Hinterlaces.net

¿Qué efectos generan los rumores e informaciones contradictorias ante un escenario como este en el que está en juego la salud física?

Los rumores, la información falseada, imprecisa sobre todo cuando además tiene una intencionalidad, produce efectos altamente destructivos en nuestra estabilidad psicológica y anímica. No te genera una patología sino que altera tu sentido de equilibrio, porque produce confusión y en momentos de incertidumbre, atiza el miedo.

Esa es una reacción lógica porque no sabemos cómo enfrentarlo, por eso lo que se debe hacer es generar campañas informativas claras, certeras, precisas, inequívocas, orientando a la gente sobre qué debe hacer, y a qué se está enfrentando, estas dos cosas deben reducir la angustia.

¿Qué recomienda a la población en una situación como la actual para conservar la salud mental?

Mi recomendación es tratar de mantener el equilibrio, para desarrollar una capacidad psicológica que nos permita comprender y manejar la situación con conciencia

No podemos evadir esto, no debemos trivializarlo ni llevarlo a un extremo de pánico porque lo que la información nos dice es que no hay motivos para entrar en pánico, eso sí, para que salgamos de esto tenemos que cumplir con ciertas indicaciones y tomar una cantidad de previsiones. La recomendación fundamental es mantener un estado de alerta que no pase de allí, el estado de alerta es bueno, significa que estoy muy atento a lo que está ocurriendo, a seguir las previsiones, a seguir las indicaciones y a tomar las informaciones de la fuentes oficiales, aquí hay unas autoridades que son las que llevan el control y la iniciativa de todo lo que se debe hacer y ahí es que debemos poner la atención y no comenzar a buscar información que no tiene veracidad y que no proviene de una fuente oficial, esto no quiere decir que no podamos atender a otras fuentes que no son oficiales, pero deben tener alta respetabilidad, que sean serias y que sus intenciones sean contribuir con la solución.

Debemos mantener el autocontrol y altos niveles de racionalidad. La emocionalidad en estos casos suele alterarse lógicamente porque sentimos miedo e incertidumbre, nunca hemos vivido algo como esto, debemos predisponernos para el aprendizaje individual y colectivo de esta situación. si hacemos lo que tenemos que hacer, vamos a salir airosos.

Hay quienes incluso se han dedicado a desmentir la información oficial y afirmar que que hay más casos de los que se reconocen, ¿Eso a qué apunta?

No es útil este tipo de actitudes, sea inteligente, escuche la fuente. Usted puede tener una opinión política diferente del Gobierno o tener una visión crítica de su gestión, pero reconozca que se están siguiendo los protocolos de la Organización Mundial de la Salud, que todos los países están viviendo lo mismo, que seguramente habrá detalles que se puedan hacer mejor, pero concéntrese en los detalles fundamentales, no le preste atención a quien busca generar desconfianza de la información oficial. Usted debe identificar, sobre todo en las redes sociales, aquellas informaciones que no tienen fuentes creíbles, no nombran casos concretos y solo hablan de generalidades: eso denota que estamos ante una información falsa. Cuando alguien va a desmentir una información oficial debe estar muy bien documentado.

¿Qué es la infofrenia?

Realmente no es un término rigurosamente aceptado ni incluido en ningún protocolo de detección psicopatológica. Es un concepto que refiere a ciertas características que se dan en una necesidad casi compulsiva de obtener información a través de los medios. Es diferente a la avidez que pueda tener una persona por el conocimiento, está más bien vinculado a unos cuadros que son reales y se integran aspectos emocionales, psicológicos y contextuales, este es un contexto propio para eso, donde hay una cierta carga de ansiedad que te hace buscar cada vez más información. Debe estar disponible una luz permanente de información, el sujeto se ve bombardeado por información, pero lejos de alejarse, él la busca. El exceso de información en lugar de saturarlo, le va generando más necesidad de seguir buscando.

En ese contexto, ¿Cuál debe ser el papel de los medios y los comunicadores?

Conocer y formar opiniones en el buen sentido, lo que quiere decir, ayudar a que la persona piense y asuma una posición, una actitud alineada con la necesidad de superar esto de la mejor manera posible y la confianza en ello si se siguen las medidas establecidas. Los medios y los comunicadores deben asumir un rol serio, sin manipular, sin ocultar, sin sensacionalismo, hacer campañas pedagógicas, en una postura colaborativa, haciendo llamados a la confianza, otorgar información sobre cómo superar correctamente.

Ahora, si fuera una situación absolutamente terminal, de pánico, el rol sería otro, tal vez buscar alternativas extremas, pero no estamos en esa situación, por lo que los medios deben contribuir con el llamado a la calma, pero no a una calma pasiva, sino una que sea producto de la reflexión, de la comprensión correcta de lo que estamos viviendo y de la convicción de que siguiendo las pautas, todo se va a resolver.

Deben orientar permanentemente sobre qué hacer, como hacerlo emitir mensajes, no triviales, pero sí cargados de confianza y optimismo, este no es momento para espectáculos.  No significa que están suspendidas nuestras posturas ideológicas, simplemente que hay unos objetivos superiores, esto no va a distinguir entre chavistas, ni – ni u opositores.

El periodista se debe preparar muy bien para cuando deban opinar, hacerlo con fundamentos sin trivializar. El manejo de las redes debe ser responsable. Debemos educarnos para reconocer la información falsa y manipulada. Tampoco hay que exponerse a la sobre información o sobre exposición a la información. Es sano despegarse de la información. Lo que puede ocurrir es que comiencen a descubrirse más casos, como pasó con el dengue, la zika, chikungunya. Mi opinión personal es que aumentarán los casos y luego pasará. Pero inssito en recomendar que las personas se despegues un rato de la tv, radio, sobre todo del teléfono y se dediquen a otra cosa, dormir, jugar con los hijos, cocinar.

¿Y el papel del Gobierno?

Hemos visto que están al mando y es muy importante en este momento sentir que hay unas autoridades que están al mando de la situación. Así es como lo debe hacer, ha habido mensajes contundentes porque se debe entender que no estamos en un feriado largo. El estado tiene que ejercer también autoridad aquí, es decir estas indicaciones tienen que cumplirse. La seguridad, el comercio, que no se especule. Se debe sentir que hay una autoridad que está al mando, que hay firmeza.

 

Jessica Sosa

Periodista

Artículo publicado en hinterlaces.net

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