China vuelve a encender las alarmas, ante el regreso covid-19, con la variante Delta. Se trata del brote más extenso en todo el desarrollo de la pandemia en el país, desde su aparición en la ciudad de Wuhan. En este sentido, la preocupación de las autoridades más que el número de casos, que aún no supera los 400 en un país de 1.400 millones de personas, se debe a la extensión que abarca en el territorio, sumando 12 de las 31 provincias y regiones.
El subdirector del Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades en Beijing, Pang Xinghuo: El verano es la temporada punta para el turismo, viajes y reuniones. La gente viaja con frecuencia y se mueve mucho, pero los residentes no deben relajarse en la prevención y el control de la epidemia (…) estamos en una fase crítica en nuestra respuesta a la epidemia y, por tanto, no podemos dejar ni un solo cabo suelto de riesgo y de peligro oculto”.
Como respuesta, las autoridades han iniciado jornadas masivas de despistaje e impusieron nuevas aéreas de confinamiento a cientos de miles de personas.
Wuhan en la mira
Por su parte, a ciudad china de Wuhan, reconocida mundialmente por ser protagonista del brote del Covid-19 en el año 2019; vuelve a encender las alertas tras detectar 7 casos de trasmisión comunitaria de la variante Delta de coronavirus.
El nuevo foco fue dado a conocer a través del reporte oficial del gobierno local, y confirmada por los medios de comunicación estatales; que sitúan el epicentro en una estación de tren.
En este sentido, queda demostrada la necesidad de mantener los controles de bioseguridad, aun cuando se encuentre la población vacunada. Recordemos que China ha demostrado sus grandes capacidades organizativas y bio productivas, al vacunar al 60% de su población.
