A menos de 5 meses para la elección presidencial en Colombia, los preparativos para la campaña electoral se calientan y surgen nuevos argumentos en torno al debate sobre el destino del país. Por ejemplo, los desaciertos del actual mandatario Iván Duque, tal como lo manifestó en redes sociales el candidato izquierdista Gustavo Petro.
En tal sentido, Petro se refirió recientemente a la responsabilidad que tiene Duque en el robo de la empresa Monómeros Colombo Venezolano; en complicidad con el autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó. Por esa razón, mencionó el daño que esa maniobra política ha causado al pueblo colombiano.
Por ejemplo, Petro señaló que como consecuencia de la apropiación irregular de la compañía los trabajadores de la tierra deben pagar más del doble; para la adquisición de los insumos fertilizantes que produce la firma.
Los abonos de buena parte de la agricultura colombiana dependían de Monomeros colombo/venezolanos, la empresa se la regalo Duque a Guaidó despues de expropiarla y se la robaron.
Ahora los abonos cuestan dos veces más a los agricultores colombianos.https://t.co/qiWlf8HnjT
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 2, 2022
De esta forma, el caso Monómeros se abre paso en la carrera por la presidencia de la República de Colombia, a través de las denuncias que Gustavo Petro formula en torno a lo que en el ámbito internacional ya figura como una de las más grandes estafas de la historia y en la cual Duque y Guaidó son los protagonistas: el desfalco de la compañía venezolana Monómeros, ubicada en territorio colombiano.
¿Qué pasará el 29 de mayo?
De acuerdo a los estudios y encuestas recientes, el candidato de la izquierda, Gustavo Petro, es el favorito del electorado colombiano hasta ahora, posición que ha dominado desde hace varios meses y le da la mejor proyección en la contienda.
Sin embargo, persiste la expectativa acerca de lo que significa el triunfo de una postura progresista en una país cuyo sistema político ha estado durante décadas bajo el control de la oligarquía neogranadina y sus estrechos vínculos con las mafias del narcotráfico en ese país. De igual forma, cabe resaltar la fuerte influencia que el gobierno de Estados Unidos mantiene sobre Bogotá.
Con todo esto, la venidera campaña electoral no deja de ser un gran reto para la izquierda en Colombia y esto seguramente se evidenciará en los meses por venir. Además, se espera que a mediados de marzo se defina finalmente el apoyo de otros sectores a determinadas opciones.
Mientras tanto, los adversarios de la extrema derecha y centro-derecha atacan a Gustavo Petro con acusaciones de comunista y enemigo de la democracia. De esa manera tratan de revertir la posibilidad de que los votantes respalden un giro en el sistema político colombiano en las próximas elecciones presidenciales.