La opereta bufa terminó. El nefasto personaje finalmente se fue por la puerta trasera con todos los tickets para entrar al basurero de la historia. En los últimos días de su patético mandato dejó más claro que nunca, que no le gusta el «fair play«. Para nada el tipo es tramposo, pandillero, un malandrín que si no gana, arrebata.
Por su soberbia y su orgullo intentó a toda costa atornillarse en el poder. En los estertores de su fugaz era, su perro fiel, Mike Pompeo, arremetió contra Cuba, Irán, China y Venezuela. En un espectáculo lamentable quiso utilizar la última cuota de poder que le quedaba para seguir dañando a pueblos dignos.
Sin embargo, tuvo que entregar, no le quedó más remedio. Su único «legado» fue una pandemia totalmente fuera de control con reguero de muertos. Una economía postrada y especulativa. Y un sistema desprestigiado como nunca antes, con una sociedad fracturada por el odio supremacista. Bye, Bye, Bye, Donald Trump, hasta nunca.
Venezuela bicentenaria
Entretanto, Venezuela resistió toda la crueldad de un pandillero con mucho poder. Intentos de magnicidio, planes de invasión con mercenarios, sabotaje eléctrico, ataques a la industria petrolera, cerco financiero, bloqueo económico y piratería de combustible en alta mar. Así como, saboteo a la compra de alimentos, medicinas y vacunas. A todo eso nos enfrentamos durante 4 años espantosos de la era Trump.
Sus asesores más cercanos como, Elliott Abrams, y su perro faldero, Mike Pompeo, erraron de plano en la estrategia. Pensaron que con un títere criminal y el plan de «máxima presión para un cambio de régimen», este pueblo se acobardaría y entregaría rápidamente.
Pero no fue así. Pueblo, gobierno, Fuerza Armada y cuerpos policiales, en alianza perfecta, resistimos y vencimos. Hemos demostrado que somos dignos herederos de Carabobo. Llegamos al Bicentenario de nuestra liberación, conservando intacto nuestro bien más preciado: la Independencia. Aquí, nadie va a tomar decisiones por nosotros. Nadie nos va a naricear. Tenemos derecho a construir nuestro destino. Hasta nunca Trump, bienvenida la Venezuela bicentenaria.
La lucha sigue
Pero nadie debe llamarse a engaño. La salida de Trump de la Casa Blanca y las fracturas internas que dejó su nefasta gestión, no son garantía de nada. El sucesor de Trump, el demócrata, Joe Biden, está lejos de ser un angelito. Este señor fue el segundo a bordo durante la decepcionante administración de Barack Obama.
Fue Obama quien nos declaró como una «amenaza inusual y extraordinaria«. Y dejó la mesa servida para los desmanes de Trump contra la Patria de Bolívar.
Durante la era Obama, EE.UU. se mantuvo en guerra con Irak, Afganistán y Siria. Además, se autorizaron ataques de terrorismo de Estado contra Libia, Yemen, Pakistán y Somalia.
Obama, paradójicamente galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 2009, mantuvo su país en guerra continua durante 8 años. Ha sido el período más largo. Mayor incluso que sus predecesores como: Franklin D. Roosevelt, Lyndon B. Johnson, Richard M. Nixon o incluso, Abraham Lincoln. Y a la vera de Obama, estaba el inefable señor Biden. Así que como dijo El Ché Guevara, del imperialismo no podemos confiar «ni tantico así». La lucha sigue, la patria vencerá.
