Aunque el mandatario salvadoreño, Nayib Bukele anhela la extradición de su antecesor, Salvador Sánchez Cerén, las condiciones para ese procedimiento ahora están más cuesta arriba, ya que el expresidente recibió la nacionalidad nicaragüense.
Con este paso, se abre otra etapa en el conflicto que surgió en la política salvadoreña, desde que la administración del ultraderechista Bukele emprendió la persecución judicial contra Sánchez Cerén y otros líderes de Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el movimiento de izquierda más importante del país centroamericano.
En junio, el gobierno de Nicaragua confirmó que el presidente Daniel Ortega recibió bajo condición de asilo a Salvador Sánchez Cerén. Así lo informaron luego de las acusaciones contra el líder progresista; que generaron protestas en por parte de los militantes del FMLN, quienes denunciaron irregularidades en el procedimiento.
En la últimas semanas la administración de Bukele arreció la cacería de funcionarios y funcionarias que trabajaron con Sánchez Cerén y Mauricio Funes. A la fecha, hay varias detenciones y traslados a centros penitenciarios, bajo acusación de enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y de activos.
Carlos Cáceres, Hugo Flores y Calixto Mejía guardarán prisión preventiva mientras se desarrolla el proceso judicial en el Sector 9 del Centro Preventivo y de Cumplimiento de Penas de La Esperanza, conocido como Mariona. Violeta Menjivar y Erlinda Hándal en Cárcel de Mujeres. pic.twitter.com/FLGqSftxWT
— Secretaría de Comunicaciones (@ComunicacionSV) July 28, 2021
La doctrina del lawfare
Reacciones en medios y redes sociales apunta hacia la evidente campaña que promueve el actual gobierno salvadoreño, para sacar del juego político a líderes y lideresas de la izquierda. Para eso recurren a la aplicación de procesos bajo el esquema conocido como «lawfare», el cual consiste en la construcción de expedientes y pruebas falsas.
Se trata de una acción de determinará nuevas acciones del gobierno de Bukele contra los militantes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Además, abre un nuevo capítulo en la vida de Sánchez Cerén, quien así como su homólogo Mario Funes, cumplieron con los requisitos para la nacionalidad; al estar residenciados en Nicaragua y ser ciudadanos centroamericanos.
Por ejemplo, en América Latina se han visto en los últimos años otros casos similares que terminan en la inhabilitación política de figuras como la de Luiz Inácio Lula da Silva, en la República Federativa del Brasil y Rafael Correa, en la República del Ecuador.
Hasta ahora no se ha producido un pronunciamiento oficial que arroje implicaciones en cuanto a las relaciones políticas y diplomáticas entre El Salvador y Nicaragua; ya deterioradas desde la llegada del representante de la derecha extrema, Nayib Bukele, a la presidencia.
Además de Salvador Sánchez Cerén, habrían recibido el beneficio de la nacionalidad nicaragüense su esposa, Rosa Margarita Villalta; su hija, Claudia Lissette Sánchez Villalta y su nieto, Juan Carlos Guardado Sánchez.