A pesar de que un juez federal ordenó temporalmente suspender las deportaciones de supuestos miembros del Tren de Aragua a El Salvador, las autoridades estadounidenses hicieron caso omiso y el presidente de El Salvador, Nayib Bukele se burló de la medida.
«Uy… demasiado tarde», escribió Bukele en la red social X, en referencia a la resolución del juez de Distrito de los Estados Unidos, James Boasberg, quien ordenó frenar la expulsión de migrantes bajo la ley de «Enemigo Extranjero», aplicada por el presidente Donald Trump.
La orden del Boasberg determinaba que «cualquier avión que contenga a estas personas, que vaya a despegar o esté en el aire, debe regresar a Estados Unidos, como quiere que sea». Además, exigió que la medida se cumpliera de «inmediato». Sin embargo, ninguno de los mandatarios la acató.
Por su parte, funcionarios estadounidenses alegaron que los vuelos ya estaban en el aire al momento de la decisión judicial.
«Enemigos extranjeros»
Lo que deja claro que ambos gobiernos desestimaron la orden judicial, que bloquea la facultad de las autoridades estadounidenses para aplicar la Ley de Enemigos Extranjeros, promulgada en 1798 y utilizada en solo 3 ocasiones. Dicha ley fue aplicada por la administración de Trump para justificar la deportación.
La resolución judicial adoptada con anterioridad a la deportación tiene una restricción de 14 días. Durante este lapso se determinará la legalidad y vigencia de esta ley promulgada en el siglo XVIII.
La Ley de Enemigos Extranjeros se aplicó durante la Guerra de 1812 y en la Primera Guerra Mundial. Aunque, el caso más emblemático, fue durante la Segunda Guerra Mundial para encarcelar a miles de personas inocentes de Japón, Alemania e Italia.