El presidente de Chile, Gabriel Boric, mencionó los planes que tiene hacia los migrantes venezolanos, entre los cuales ratificó mantener la política migratoria de su antecesor Sebastián Piñera.
Tras su investidura, Boric ofreció una rueda de prensa a medios extranjeros en La Moneda, donde afirmó que continuará con el decreto de estado de excepción de Piñera; el cual contempla el despliegue de las fuerzas militares en las fronteras chilenas.
En los últimos meses, Chile ha sido uno de los países en los que más se ha evidenciado la xenofobia contra los venezolanos; específicamente en sus ciudades fronterizas como Iquique, donde los residentes han quemado las pertenencias de los connacionales que ahí habitan.
Sumado al decreto de estado de excepción, Boric sugirió otro plan para los migrantes, que consiste en proponer a otros países de América Latina un sistema de cuotas para atender a los venezolanos, tal como el que aplica la Unión Europea (UE).
“Hemos seguido con mucha atención desde hace harto tiempo cuál ha sido el proceder particular de la Unión Europea; a propósito de la crisis derivada de la guerra en Siria”, aseveró.
Asimismo, detalló que tanto él como su equipo han analizado la situación migratoria de los venezolanos y manifestó que esa carga no puede recaer en uno o un grupo de países.
Por lo que hizo un llamado a los demás países de la región (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia) a expresar solidaridad latinoamericana. Al tiempo, que instó a que todas las naciones tienen un rol que cumplir.
En ese sentido, el mandatario explicó que su propuesta se trataría de debatir con un enfoque multilateral y no de imposiciones de Santiago.
“Tanto los países, profundizando la relación, así como los inmigrantes, que lo hacen en una situación de mucha desesperación; y que muchas veces al sobrecargarse en un solo país se ven en una situación muy difícil de inserción”, alegó.
