En medio de la pandemia del covid-19, el nombre de Bill Gates aparece nuevamente en la palestra de la opinión mundial. El multimillonario, que ha sido cuestionado desde que en el año 2015 “predijo” una pandemia con características muy similares a la actual; sale a la luz con una nueva faceta: luchar contra el cambio climático.
¿A qué responde esta preocupación? Si hay algo concreto, es que la crisis ecológica mundial está siendo denunciada desde el año 1972 con el informe del llamado Club de Roma. Y esta crisis, ya de magnitudes incontrolables; tiene una causa fundamental: el sistema de producción capitalista y la explotación irracional de recursos energéticos que lo sostiene.
Un sistema que ha fracasado en cuanto a lo que debe preocupar a la humanidad: la reproducción de la vida en condiciones de dignidad.
Los resultados del capitalismo cuentan sin tregua su propio fracaso: según cifras de la ONU 690 millones de personas padecen hambre en el mundo. Más de 700 millones de personas viven en pobreza extrema.
Alrededor de 120 millones de niños y niñas viven en situación de calle. 2.200 millones de personas no cuentan con servicios de agua potable. 4.200 millones de personas no cuentan con servicios de saneamiento y 3 mil millones carecen de instalaciones básicas.
En las campañas superficiales o bien orientadas por intereses políticos y económicos; se expande la visión que afirma que la crisis ecológica es responsabilidad de los seres humanos.
¿De todos por igual? Entre 1990 y 2015 el 10% más rico de la humanidad fue responsable del 52% de las emisiones acumuladas por consumo y el 1% más rico fue responsable del 15% de dichas emisiones, según datos de Oxfam y el Stockholm Environment de 2020.
En cuanto a los países, se refleja a continuación el listado de países con mayores emisiones de dióxido de carbono, así como emisiones producidas por la quema de combustibles fósiles.
¿Un problema político o tecnológico?
Sin embargo, para Bill Gates la crisis climática no es un problema político, sino tecnológico. Así lo afirma en su recién publicado libro Cómo evitar un desastre climático: “El cambio climático es un problema de ingeniería y su solución por tanto es de ingeniería”.
En este libro, esboza la estrategia basada en la generación de fuentes de energías alternativas sustentadas en la venta del llamado “derecho a contaminar”; argumento fundamental del llamado Capitalismo verde.
Lo acompañan en este propósito Richard Branson de Virgin Air, Jack Ma de Alibaba, Mark Zuckerberg de Facebook, Ray Dalio de Bridgewater Associates, Julian Robertson de los fondos de cobertura “Tiger Management”, el Príncipe Al-waleed bin Talal, David Rubenstein, fundador de Carlyle Group, George Soros, Presidente de Soros Fund Management LLC, y Masayoshi Son, fundador de Softbank de Japón.
Todos pertenecientes a Breakthrough Energy Coalition, un consorcio que surge a partir de la COP21. (Cumbre del Cambio Climático), que tiene como objetivo impulsar el negocio de las llamadas “energías limpias”.
Otros intereses
Bill Gates compró acciones de Monsanto en el año 2011; compañía que es denunciada por contaminación, degradación de suelos y enfermedades a trabajadores y comunidades tanto por condiciones de trabajo como por la aplicación de agrotóxicos para la producción de alimentos.
Asimismo, la llamada Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA), impulsada por Bill Gates desde 2006, abrió paso a la llegada de Syngenta, Dupont y Monsanto al mercado de África. Por otra parte, la fundación Bill y Melinda Gates lanzó la “Gates Ag One”, un programa para impulsar la biotecnología en zonas rurales.
Llama la atención que en el planteamiento fijado por Bill Gates en su nuevo libro, habla de una triada necesaria para solventar el cambio climático: empresarios, gobiernos y activismo político.
Sobre este último, es bien conocida la maquinaria que se ha dispuesto detrás de la “movilización de la juventud”, protagonizada por Greta Thumberg, quien es financiada por Al Gore a través del proyecto “Realidad Climática” y la ONG sueca “We dont have time”; en la que Thunberg y Jamie Margolin son denominados “asesores para la juventud”.
Tapar el Sol
La más reciente propuesta de Bill Gates pareciera sacada de una película de ciencia ficción.
El proyecto denominado “Experimento de Perturbación Controlada Estratosférica” (SCoPEx por sus siglas en inglés); busca lograr que la luz del Sol se refleje fuera de la atmósfera de la Tierra. Esto por medio de la pulverización de toneladas de carbonato cálcico (CaCO 3) no tóxico, según afirman los investigadores de la Universidad de Oxford.
“Planeamos usar un globo a gran altitud para elevar un paquete de instrumentos a aproximadamente 20 kilómetros sobre la atmósfera. Una vez en su lugar, se liberará una cantidad muy pequeña de material (100 gramos y hasta 2 kilos); para crear una masa de aire de aproximadamente un kilómetro de largo y cien metros de diámetro. Luego, usaremos el mismo globo para medir los cambios resultantes en la masa de aire; incluidos los cambios en la densidad del aerosol, la química atmosférica y la dispersión de la luz”, afirman los investigadores.
Esto ha generado polémica entre investigadores. Ellos afirman que esta acción puede derivar en cambios climáticos extremos; sin saber cuáles serán las consecuencias. No sabemos aún a ciencia cierta si el llamado filántropo alcanzará lo que se plantea con este proyecto, del que por cierto no se consulta a la población que está en riesgo.
Lo que Bill Gates no puede tapar, es la conducta sistemática que ha caracterizado su trayectoria: la búsqueda del negocio sostenido en los problemas que amenazan a la humanidad. Su nuevo capítulo: el capitalismo verde.