La reputación de la vacuna anticovid de AstraZeneca sigue bajo sospecha. Esta vez en Francia confirmaron 2 nuevos fallecidos después de haber recibido la inyección del fármaco.
Según las autoridades sanitarias del país galo, 3 personas inmunizadas presentaron trombosis y 2 de ellas fallecieron por esta razón.
En la estadística francesa ya son 12 casos con esta reacción adversa asociada con AstraZeneca y 4 que mueren por ello.
La experiencia local y la versión repetida en otros países del bloque ha generado una ola de desconfianza que está haciendo que más de un francés se lo piense 2 veces para inyectarse con el fármaco.
A pesar de que la OMS y la Agencia Europea del Medicamento defienden la eficacia y seguridad del antídoto de la farmacéutica anglo-sueca, el miedo a la vacuna se propaga tan rápido como los contagios de covid. Esto está ocasionando el problema inesperado de que ahora que hay remedio, las personas no quieren tómalo.
Vacunación fría
Varios puntos de inmunización en Francia están reportando que las personas están cancelando sus citas de inyección con la vacuna anticovid de AstraZeneca.
Cada vez son más las dosis que se quedan sin pacientes y que son devueltas a los refrigeradores. Este fenómeno es una situación inconveniente en un país que vuelve a un formato más riguroso de confinamiento ante el repunte de la enfermedad.
La vacuna en la que también estuvo involucrada la universidad inglesa de Oxford experimenta un cataclismo de mala reputación. Porque al mismo tiempo que se difunden sus contados casos de reacciones adversas como una lotería de muerte que le pudiera tocar a cualquiera, la empresa sostiene un pulso con la Comisión Europea que reclama el incumplimiento de contrato de la compañía en los despachos acordados.
En medio de este panorama adverso, la compañía le cambia el nombre y presentación a la vacuna, pero no con ello la fórmula del biológico. Con esta maniobra parece querer esquivar una mala fama con el recurso efectivo de los magos, que con su ciencia del espectáculo han comprobado durante todos los tiempos que los juegos de manos son más rápidos que los ojos.
