Marzo tenía un sitial de honor en la agenda opositora, que comenzó el año con una gira que además de servirles para recaudar fondos, les permitió recibir instrucciones de primera mano, para el desarrollo de un conjunto de movilizaciones nacionales que acompañadas de operaciones paramilitares, “derrocarían” al Presidente Nicolás Maduro.
Los planes se estropean nuevamente, esta vez no solo por la audacia del Gobierno Bolivariano, sino por la coyuntura de la pandemia que paralizó a todo el mundo, incluyendo a Venezuela, primer país del continente en ordenar la cuarentena social para frenar la cadena de contagio del virus. Situación, que llevó al gobierno a desplegar fuertes dispositivos de seguridad militar y policial, que obligaron a los cabecillas de la operaciones paramilitares a acelerar sus torpes movimientos.
Los hechos
El 24 de marzo, el gobierno colombiano, incautó un arsenal de armas valoradas en $500 mil dólares, las cuales serían introducidas a Venezuela por la frontera con el estado Zulia, para ser usadas en el asesinato selectivo de líderes políticos del chavismo.
Los cabecillas
El vicepresidente sectorial de comunicación, cultura y Turismo, Jorge Rodríguez, habría adelantado este 25 de marzo, una lista con los principales operadores de este nuevo intento de desestabilización, entre los que destaca la ex fiscal Luisa Ortega Díaz, su esposo Germán Ferrer y Cliver Alcalá Cordones, General de División retirado, asesor del autoproclamado Juan Guaidó, quien además en un acto de venganza o desesperación, este 26 de marzo asumió la responsabilidad en la dirección de la operación, luego de ser acusado de narcoterrorista y que el Departamento de Justicia de Estados Unidos, ofreciera $10 millones por su captura.
El día 24 de Marzo el Diario El tiempo publicó una noticia sobre un arsenal de guerra que fue decomisado. Estas armas pertenecen al pueblo de Venezuela y estaban siendo transportadas en territorio colombiano para empezar la liberación por parte de nuestra Fuerza Armada Nacional. pic.twitter.com/p85G1Gxfld
— Cliver A. Alcalá C. (@cliver2013) March 26, 2020
La confesión
El escenario escogido por el conspirador, para confesar y acusar al resto de los conspiradores, fue la emisora WRadio de Colombia, donde aportó datos se suma importancia para entender la gravedad de los hechos.
1. El militar retirado, reside y opera políticamente en Barranquilla, Colombia desde que huyó de Venezuela.
2. Las armas incautadas, fueron adquiridas mediante un contrato, entre el gobierno norteamericano, JJ Rendon y Juan Guaidó.
3. El gobierno de Colombia estaba en total conocimiento de las operaciones conspirativas llevadas a cabo en su territorio.
4. La nueva acusación del departamento de Justicia de EE.UU., le “caen por sorpresa”, ya que había conversado al menos en siete (7) oportunidades con la administración estadounidense para aclarar su condición de colaborador.
Mis declaraciones ante las noticias que circulan el día de hoy 2/4 pic.twitter.com/X3igKv0PjT
— Cliver A. Alcalá C. (@cliver2013) March 26, 2020
La verdad salta a la vista, a los traidores no los quiere nadie. Un nuevo intento de golpe Estado está en plena ejecución en Venezuela, mientras el gobierno legítimo de Nicolás Maduro, combate la pandemia del Coronavirus y millones de familias aguardan en sus hogares que pase esta tormenta.
Los discursos de solidaridad y preocupación de los “líderes” de oposición, fungen como carnada para distraer al mundo de sus verdaderos intereses: llegar a Miraflores a como dé lugar. Por eso persiste el bloqueo y las presiones políticas internas y externas, el pueblo de Venezuela y sus pesares, nunca ha sido ni será punto de honor en su agenda.