A un año de la autoproclamación: Crónica de un fracaso político

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A un año de la autoproclamación de Juan Guaidó en 2019 desde una Plaza Pública en Caracas y sin ninguna legitimidad ni legalidad, pero con el auspicio de Estados Unidos (EE.UU.) y unos 50 países; con el objetivo de derrocar al presidente legítimo Nicolás Maduro, la popularidad que alcanzó en algún momento, cayó a tal punto que, según la encuestadora Megánalisis 71,4% de los opositores ya no lo respaldan.

Pero, ¿por qué? Repasemos la debacle de Guaidó.

En 2016 los partidos de derecha acordaron rotar la presidencia de la Asamblea Nacional por orden de importancia, según ellos,  primero Acción Democrática (AD), luego Primero Justicia (PJ), tercero Un Nuevo Tiempo (UNT) y por último y menos importante Voluntad Popular (VP), quienes postulan al desconocido diputado Juan Guaidó el 5 de enero de 2019, una maniobra política para continuar en su afán de socavar al chavismo y su dirigencia.

El 16 de enero de ese mismo año, la Asamblea en desacato, declara que la presidencia está usurpada, ya en 2017 ellos mismos habían declarado el abandono del cargo y, en 2018, el Tribunal Supremo de Justicia falso y virtual había declarado la falta absoluta en la presidencia.


Llegó el 23 de enero de 2019 finalmente el diputado en desacato: Guaidó, en medio de la calle y en un acto con nula validez institucional se autoproclamó Presidente Encargado de la República, cargo inexistente en la Constitución, lanzando su consigna: Cese a la usurpación, gobierno de transición, elecciones libres.


En febrero llega a Colombia ayudado por un grupo de narcoparamilitares conocidos como ”Los Rastrojos” quienes salieron retratados con Guaidó y circularon por distintos medios y redes sociales. Este grupo irregular y delictivo lo escoltó hasta el concierto que aspiraba reunir 100 millones de dólares y no llegó a 2, pese a ser financiado por el multimillonario Richard Branson, quien supuestamente muy preocupado por la crisis socioeconómica en Venezuela convocó a más de 30 artistas internacionales para   .

El medio antichavista, PanAm Post, presentó pruebas de corrupción en el manejo de recursos asociados a la supuesta ayuda humanitaria que beneficiaría a los venezolanos, mientras los militares desertores fueron desalojados de los hoteles porque el dinero destinado a su hospedaje, también se lo robaron. Cabe destacar que Juan Guaidó no ha dado explicaciones al respecto.

¿A dónde fue a parar el dinero?

Se sabe que Freddy Superlano (diputado opositor adepto a Guaidó) asistió a fiestas con prostitutas y drogas, donde murió su asistente por intoxicación, presuntamente por sobredosis. Mientras Lorent Saleh, el ultraderechista dirigente estudiantil, fue detenido borracho por la policía en Cúcuta.

El New York Times demostró que quienes quemaron la gandola que trasladaba la ”ayuda humanitaria” fueron opositores a Maduro, aunque la oposición sembró la matriz usando su poderío comunicacional para hacer creer que el presidente venezolano había mandado a incendiar los camiones, se demostró con pruebas que no fue así, e incluso se comprobó que lo que intentaron ingresar a territorio venezolano era materiales para guarimbas como alambres y clavos.

El 30 de abril, la Operación Libertad se tradujo en “Operación Libertad de Leopoldo López”. Dicha operación se tradujo en una estrepitosa caída para el opositor, quien supuestamente se encontraba dentro de la Base Aérea La Carlota, acompañado de líderes militares quienes le reconocían, pero fue otra mentira más.

¿Cuál fue la verdad del intento de golpe de Estado del 30 de Abril?

Nunca estuvieron dentro de la base aérea, mucho menos estuvieron acompañados de militares de alto rango y por sobre todo, no representaron un peligro real de derrocamiento del gobierno ya que fueron aislados y neutralizados; Juan Guaidó huyó del sitio y Leopoldo López se escondió en la Embajada de España, donde actualmente -dice una fuente confiable- lo están sacando, pues no aguantan sus pretensiones de Presidente.

Del golpe de Estado fallido ¿Qué vino después?

Luego el “embajador en Colombia” designado por él mismo, Humberto Calderón Berti, denuncia más entramados de corrupción, el medio Armandoinfo hace lo propio y quedan señalados diputados de partidos opositores implicados en robos millonarios a Monómeros y Citgo se siguen denunciando, su apoyo y poder de convocatoria, se erosiona.

Terminando el año 2019 propone el voto virtual de diputados anticipando su derrota. Llega el 2020, trata sin éxito de saltarse una cerca pese a que ya le habían exhortado a que ingresase al Palacio Federal Legislativo, y mirando un año atrás pasó de aspirar el cese a la usurpación,  de pelear la presidencia de la República, de pelear con Maduro y pretender Miraflores a pelear y perder la presidencia de la Asamblea Nacional.

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), ha suministrado, desde 2017, casi 467 millones de dólares a la oposición venezolana en concepto de “ayuda humanitaria”, según reconoce el organismo en su sitio web oficial.

Además, detalla que, tras un acuerdo alcanzado en octubre de 2019, la USAID ha comprometido 128 millones de dólares para “ayudar” a Guaidó “a seguir desarrollando planes para recuperar la economía e implementar servicios sociales durante una transición a la democracia”. Pero todos se preguntan: ¿Dónde está el dinero?

Por otra parte y tras perder la presidencia de la AN, Estados Unidos le instruye una gira internacional planificada por el mismo imperialismo a fin de resucitar la imagen del opositor y continuar su ataque golpista con mentiras infundadas.

En primer lugar llegó a Colombia a participar en un foro antiterrorista de la mano de Iván Duque, luego voló a Europa donde fue recibido por pseudolíderes como el Primer Ministro Británico, Boris Johnson, el representante de asuntos exteriores de la Unión Europea, Joseph Borrell, entre otros, quienes no tienen idea de lo que representa realmente Guaidó en Venezuela. Una figura de traición a sus seguidores, corrupción y mentiras.

Mientras Guaidó sigue su periplo ¿En Venezuela?

Nicolás Maduro es el Presidente Constitucional, sigue llamando a las calles y las sigue llenando, también sigue siendo el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Nacionales y sigue propinándole derrotas a los sectores opositores radicales. Ahora no solamente en las calles con las movilizaciones, sino que en el plano político vuelve hacerlo, logrando mantener una mesa de diálogo permanente con los sectores más democráticos de la oposición, lograr un acuerdo nacional sobre la renovación de la directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE), quienes serán seleccionados por el Tribunal Supremo de Justicia, ya que la Asamblea Nacional en desacato presidida por Luis Parra se declaró en omisión legislativa y mientras tanto el Chavismo está más unido y fortalecido y la oposición cada día más dividida y desmoralizada.

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