El Primer Ministro de Israel se reunió este martes con el Secretario de Estado de los EE.UU. Antony Blinken y en la jornada remarcó que a Tel-Aviv no le faltan ganas de volver a atacar a Palestina.
En el encuentro con los medios, Netanyahu declaró que en el caso hipotético de que Hamas rompa el acuerdo de alto al fuego, “La respuesta de Israel a un ataque sería muy poderosa”.
Como es predecible en las relaciones estrechas entre EE.UU. e Israel, el funcionario de La Casa Blanca no condenó a su aliado por los destrozos en la Franja de Gaza. A contrario, apoyó a Tel-Aviv en su legítimo derecho a la autodefensa.
Netanyahu agradeció el pronunciamiento del jefe de la diplomacia norteamericana y habló también de cómo su país, después de haber destruido infraestructura palestina y matar a varios civiles, se preocupa ahora “sobre cómo mejorar las vidas y las condiciones de los palestinos en Gaza”.
EE.UU. no condena los crímenes de Israel
Blinken, además de respaldar la barbaridad de los ataques israelíes en contra de Palestina, calificó a la defensa que hizo Hamas como ataques con “misiles disparados indiscriminadamente por Hamás contra civiles”.
Al mismo tiempo el Secretario de Estado de EE.UU. expresó su preocupación sobre las estrategias convenientes de reconstrucción en la zona sin que los grupos de resistencia se “beneficien de la asistencia de reconstrucción”.
Pero la reunión entre Blinken y Netanyahu no sólo giró en torno a los ataques recientes de Israel en contra de Gaza, sino también en la tarea de cómo organizar “la desnuclearización de Irán”.
Para Tel-Aviv, un agresor consumado de los pueblos árabes y el perpetrador de un exterminio sistemático de los palestinos, asegura que Teherán es el peligro de la zona porque según tendría contemplada la destrucción de Israel.
Los ataques de Israel en contra de Gaza y que terminaron el pasado 10 de mayo, les costaron la vida a 230 civiles palestinos, y fue el enfrentamiento más destructivo desde 2014.