Por obra de las versiones que ruedan en las redes sociales todavía no sabemos al 100% que pasó con el diputado Javier Bertucci.
Unos informan que el parlamentario fue deportado de los EE.UU. y otros, que según dijo que el cuento no fue así: que no lo dejaron entrar al país porque no tenía una PCR negativa.
Según describe el periodista Vladimir Villegas, el parlamentario efectivamente viajó a EE.UU. pero le retuvieron en el aeropuerto de Miami.
El diputado y pastor Javier Bertucci me confirma su expulsión de Estados Unidos y me manifiesta que obedeció a una decisión política, según le habrían informado los funcionarios que lo retuvieron en el aeropuerto de Miami .
— Vladimir Villegas (@Vladi_VillegasP) February 25, 2021
Ahí presuntamente le retuvieron durante 12 horas, y como si de las autoridades migratorias de ahí dependiera la legitimidad de un diputado venezolano, le dijeron que no le dejaban entrar porque no le “reconocían como diputado ni como opositor”.
Los medios digitales sospechosamente venezolanos celebraron el episodio como el castigo merecido para un opositor inconsecuente.
En sus reseñas salivan un regusto difícil de disimular, embalando a Javier Bertucci como integrante de una Asamblea Nacional ilegítima, un títere del chavismo y “Pastor de Maduro”.
Las versiones
Portales como “ElParaleloDeHoy” mencionó que el motivo del viaje de Bertucci a EE.UU. habría sido el de “intentar hacer contactos con la nueva administración de Biden”.
Por su parte Villegas informó que «viajó a Estados Unidos para tramitar ayuda humanitaria con un grupo de organizaciones con las cuales tenía previsto reunirse. Los funcionarios norteamericanos le advirtieron que cualquier ayuda humanitaria será tramitada con el sector liderado por J. Guaidò».
Una vez se le negó la entrada a ese país, regresó a Venezuela. De acuerdo a las versiones digitales, aterrizó en Carabobo.
Ahí habría dicho que no le devolvieron sino que no le dejaron entrar por no tener una PCR negativa.
La ocasión sirvió para que el brazo comunicacional de la oposición más violenta ilustrara el escarmiento al que se exponen los dirigentes opositores pero nacionalistas que no se montaron en la agenda de las sanciones, el bloqueo, la abstención y el sabotaje.