La unidad no se divisa en las filas de la filas de la primera oposición. Todo lo contrario la otrora facción fuerte de los adversarios políticos del chavismo luce cada vez más fracturada. En medio de un silencio casi sepulcral del Guaidosismo, el ex candidato presidencial, Henrique Capriles Radonski, irrumpe en la escena mediática para acusar al diputado, Juan Guaidó, de ser un “fracasado” que hace la política con los pies.
“No podemos seguir haciendo política con los pies. Usted tenía un plan y fracasó. Además usted le pregunta a la gente, y le dice lo mismo. Hay que destrancar este juego, hay que pensar en las mayorías de este país y cómo pueden expresarse, cómo podemos clavar una bandera o un grito. Hay que decir: aquí sigo, yo no me resigné”, aseveró Capriles.
Realidad virtual
El dirigente opositor también calificó al supuesto presidente interino de mentiroso. “¿Vas a seguir cayéndole a mentiras a la gente? ¿Seguir ejerciendo gobiernos en internet? Ni en una cuadra se gobierna, cayéndole a mentira a la gente por Twitter”, afirmó Capriles.
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— Henrique Capriles R. (@hcapriles) July 30, 2020
Con estas fuertes declaraciones, Capriles termina de formalizar una ruptura ya cantada con el Guaidosismo. Pero más que con Guaidó, esto termina de consumar un distanciamiento definitivo con su amigo de la infancia, antiguo partner y también fundador de Primero Justicia, Leopoldo López.
Ambos (Capriles y López), forman parte de una burguesía caraqueña que cifró todas sus esperanzas en ellos como generación de relevo. Se decía que los “chicos” de la variante originaria de Primero Justicia venían a renovar la política venezolana. La apuesta era que enrumbarían el país por los “felices senderos” del neoliberalismo y la meritocracia.
Pero bien pronto se estrellaron con el liderazgo invencible del Comandante Eterno, Hugo Chávez. El líder de Sabaneta los derrotó en las urnas electorales en reiteradas oportunidades. Pronto también mostraron los colmillos del fascismo, organizando golpes de Estado (abril de 2002) y guarimbas terroristas. Entonces comenzaron las fisuras.
Mucho más tarde en la era del presidente, Nicolás Maduro, López aquejado de un trastorno narcisista de la personalidad ha sido el ariete de la opción violenta de ultraderecha. Este hombre con rasgos de personalidad psicótica, ha sido la mano que mece la cuna, detrás de las Guarimbas, la operación Gedeón y el fracasado intento de magnicidio, entre otros.
Otro irresponsable
Pero Capriles que ha jugado a ser el demócrata. También ha sido un gran irresponsable. En 2013 durante su segunda derrota como candidato presidencial, desconoció al Consejo Nacional Electoral, sin presentar pruebas. En esa oportunidad llamó a la gente a “descargar la arrechera en las calles”. La actitud propia de una pataleta de niño malcriado, costó la vida a decenas de personas.
No obstante, ahora un fracasado y desgastado Capriles da algunas muestras querer entrar por el carril democrático. Como ha dicho el vicepresidente del Psuv, Diosdado Cabello, más que una cuestión de convicciones democráticas, se trata de un asunto de negocios. Ya que cada vez que estos grupos participan en procesos comiciales, obtienen gruesas tajadas de recursos.
Por su parte el presidente, Nicolás Maduro, ha retado públicamente a Capriles a que asuma la vía delos votos con su organización política, o lo que queda de ella. Esto para derrotarlo nuevamente. La mesa está servida para las elecciones parlamentarias del 06 de diciembre de 2020. Será la gran oportunidad para que las fuerzas democráticas liberen todo su potencial contra la violencia fascista.