Una vez leídos los recientes planteamientos de la compañera Pasqualina Curcio en torno a: «Los salarios: en la empresa privada y en la administración pública (II)», sumaremos al debate algunas ideas, con el objeto de ampliar la discusión. Y sobre todo, desmontar algunos planteamientos por considerar que están fuera de lugar y carecen de sustento alguno en la teoría económica.
1. En principio, de acuerdo con la CEPAL, se tiene previsto que la economía venezolana registre una contracción del PIB del -26% para el año en curso. También se sabe que la actividad económica tiene siete años consecutivos de decrecimiento. Ciertamente, se han cometido errores en la instrumentación de la política económica. No tiene sentido negar los desaciertos, ni mucho menos desconocerlos. Sin embargo, tampoco es honesto obviar olímpicamente que nuestro Gobierno Nacional no puede realizar cosas tan elementales y básicas, para cualquier economía del mundo como: importar aditivos para la producción de combustibles, importar materias primas requeridas para la producción nacional, definir un plan de trabajo con los acreedores internacionales para refinanciar nuestra deuda, combatir el saqueo de rapiña que ha puesto en práctica el gobierno de EE.UU. y sus aliados para apropiarse de instalaciones que son propiedad del pueblo venezolano –caso Citgo (EE.UU), Monómeros (Colombia)– aunado a un conjunto de activos financieros en el exterior. Todo ello en el marco deuna pandemia mundial, donde esos recursos son vitales para atender las necesidades inherentes al funcionamiento de nuestra economía. Lo que va desde proteger y apalancar la producción nacional hasta la implementación de políticas sociales, que permitan a la población vulnerable resistir el distanciamiento social que impone la covid-19.
2. Luego, cualquier análisis económico que omita las gravísimas consecuencias del bloqueo financiero, económico y comercial estadounidense, lamentablemente, representa un ejercicio de falseamiento de la realidad. Porque propone un sesgo de carácter estructural que contribuye y –peor aún- justifica las acciones imperialistas que impone el gobierno de EEUU a nuestro país. Hasta los economistas más radicales de extrema derecha reconocen el nefasto daño que causa esta perniciosa estrategia norteamericana.
3. Seguidamente, generar expectativas sobre un incremento de salario constituye una tremenda irresponsabilidad. Especialmente, cuando el planteamiento descansa sobre postulados metafísicos, mitológicos y espirituales. Aparentemente, impulsados por un deseo pasional. Así, se asegura que la solución al problema del deterioro salarial pasa por un incremento de los impuestos a los sectores productivos. Mientras las principales economías reducen la carga impositiva sobre los agentes económicos, con el objeto de estimular y sobre todo cuidar la producción nacional, la profesora Curcio, va en la vía contraria. Y lo más triste de todo esto, es que deja entrever, que el presidente Maduro y su equipo económico se encuentran entrampados en la teoría neoliberal.
4. Es ineludible referir que el deterioro del salario debe ser atacado de forma estructural. No de manera discursiva generando falsas expectativas. Para ello es de medular importancia la implementación de una estrategia integral que no solo contemple el tema salarial, sino también la inflación –principal elemento que socava el poder adquisitivo– y no menos importante, generar condiciones para recuperar la producción nacional.
5. No hay ejemplo alguno en la historia económica que algún país haya logrado modificar una realidad adversa hasta alcanzar una distribución de la riqueza equitativa mediante fórmulas mágicas y buenos deseos.
6. A pesar de la terquedad de algunos “analistas” la economía es una ciencia social. Las leyes inherentes a su funcionamiento son independientes a la subjetividad humana, los últimos cinco (5) años de nuestra historia económica y política han sido aleccionadores en ese sentido.
7. La tarea que nos ocupa es compleja. Demanda mucha responsabilidad, compromiso patriota y lealtad al proyecto revolucionario. La superación del capitalismo-rentístico-subdesarrollado no tendrá lugar en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, nos llega la hora de enfrentar como sociedad y comenzar a esbozar la ruta con seriedad hacia una economía nueva.
