Operación Gedeón: ¿Qué se esconde tras ese nombre?

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Abundan los elementos probatorios que desnudan la sórdida trama de corrupción y crueldad, alrededor de la tristemente célebre Operación Gedeón. Las autoridades venezolanas han develado casi todos los detalles de un plan macabro, que sólo pudo ser concebido por una mente enferma.

Básicamente, el títere criminal Juan Guaidó, contrató una empresa (Silvercorp), para reclutar un grupo de mercenarios (perros de guerra), que fueron entrenados en campamentos colombianos (Maicao, Río Hacha y Santa Marta), junto a unos pocos desertores de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Con la total anuencia del presidente colombiano, Iván Duque, estos delincuentes fueron preparados en tierras colombianas. Su misión era asesinar al presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, y a algunas autoridades de otras instituciones. Una vez acéfala la jefatura del Estado, los delincuentes darían el testigo al títere criminal, controlado a control remoto por Leopoldo López.

Pero la operación resultó un estrepitoso fracaso. La inteligencia de los cuerpos de seguridad y la inteligencia del pueblo organizado, dieron un jaque mate relampagueante a esta descabellada componenda. Bajo un guión digno de cualquiera de las películas más taquilleras de la decadente industria Hollywoodense, todo quedó desarticulado.

Hasta aquí nada nuevo bajo el sol. El actual presidente de la renovada Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, ha revelado detalles adicionales de esta dantesca operación. Y la pelea a cuchillo entre sus propios integrantes, para ver quién obtenía más plata y poder de la aventura.

Gedeón

Códigos supremacistas

Sin embargo, si revisamos bien en la «letra pequeña«, hay elementos formales encriptados, que aportan bastante información, acerca de por qué se ejecutó un plan cómo este. Y quién era realmente la mano que movía los hilos de esta sangrienta estrategia.

Lo primero que hay que estudiar es el nombre: Gedeón. Según la escrituras del antiguo testamento, así se conoció a uno de los grandes libertadores del pueblo hebreo en el tiempo antiguo. La investigadora Betarice K. Rattey explica en uno de sus libros que Gedeón, junto a Samuel, Saúl y Débora fue de los más famosos libertadores judíos.

Gedeón significa «Guerrero poderoso». Este personaje destacó como rey, juez y guerrero del antiguo Israel. Según el relato del Pentateuco bíblico (cinco libros: Génesis, Éxodo, Números, Levítico y Deuteronomio) Gedeón fue considerado uno de los más sobresalientes por la dimensión de sus hazañas guerreras contra el pueblo de los madianitas.

A Gedeón se le atribuye la hazaña, muy similar a la batalla de las Termópilas, de haber derrotado con tan solo 300 hombres a todo un ejército enemigo. Además cuenta la versión bíblica que este personaje tuvo el poder de comunicarse con el Dios Yahvé, a través de un ángel emisario. De manera, que contaba con la bendición del Todo Poderoso para cumplir un mandato divino, durante los tiempos de la conquista de Canaán, lo que hoy se conoce como Palestina. Gedeón gobernó a su pueblo por más de 40 años.

Las hazañas de Gedeón fueron hace más de 3 mil años. Es un personaje sólo conocido por entendidos o estudiosos del Antiguo Testamento. Ahora bien ¿qué conexión hay entre la selección del nombre de Gedeón y Leopoldo López?

Familia narcisista

La respuesta hay que buscarla con ayuda de la psicología. El narcisismo o trastorno de narcisista de la personalidad, en líneas muy generales se refiere a una persona con estas características: una necesidad excesiva de recibir admiración, indiferencia con respecto a los sentimientos de los otros, intolerancia a la crítica y sentimiento de que los demás le deben algo.

Estamos hablando de un trastorno mental en el cual «las personas tienen un sentido desmesurado de su propia importancia, una necesidad profunda de atención excesiva y admiración, relaciones conflictivas y una carencia de empatía por los demás. Sin embargo, detrás de esta máscara de seguridad extrema, hay una autoestima frágil que es vulnerable a la crítica más leve».

En el tiempo actual se ha determinado que cuando una persona padece este mal, con mucha frecuencia el padre o la madre del individuo padecen el mismo problema. De hecho hay expertos que sostienen que cuando un niño nace en un hogar con padres narcisistas, básicamente pueden ocurrir dos cosas: 1) al niño lo destruyen psicológicamente o 2) lo crían a imagen y semejanza del padre o la madre narcisista.

«Por eso es que el narcisismo es visto como un virus que ataca a los miembros de un mismo clan. Y entonces en torno a este hogar se congregan frustraciones, ira, odio, ataques de celos, conversaciones acusatorias de todo tipo», según explica la psicóloga @donnalysh, en la red social TikTok.

Clan López

El padre de Leopoldo López, es decir Leopoldo López Gil, proyecta todos los rasgos de alguien con trastorno narcisista de la personalidad. Despótico y atrabiliario, con ínfulas de grandeza, ha protagonizado diversos espectáculos bochornosos en la mediática nacional e internacional.

Como ha explicado el psiquiatra y actual presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, hay bastantes elementos para pensar que a Leopoldo junior le inculcaron desde pequeño un sentimiento de superioridad. Una especie de predestinación para gobernar a Venezuela, por un mandato divino.

El resultado ha sido desastroso. Un López hijo obsesionado con ser presidente y además con dinero robado de las arcas del Estado, ha sido el ariete del golpismo y las agendas inconfesables. En sus delirios de grandeza, este sujeto ansía equipararse a personajes históricos como Bolívar, Zamora o Paez o de los pueblos semíticos como Gedeón.

Por eso designaron esa operación con ese nombre. Este triste personaje del mantuanaje caraqueño, delira con ser un Dios o semi Dios. Por eso también tuvo un rol protagónico en el golpe de estado de 2002. Luego en las Guarimbas, la Salida y ahora con la Guaidosada y la Operación Gedeón. Mamarrachadas todas que han costado la vida de cientos de venezolanos inocentes.

En vez de gastar tanto dinero en un piso de 12 mil euros mensuales, este señor debería invertir algo de su fortuna mal habida en una buena terapia piscológica y psiquiátrica. Es urgente.

 


 

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