Este jueves llegaron a Brasil 120 mil dosis de la vacuna china coronavac. El envío arribó específicamente a la localidad de Sao Paulo, cuyo gobierno estableció un convenio directo con la farmacéutica asiática Sinovac Biotech para el suministro del antídoto que todavía está en fase de ensayo clínico.
El cargamento es una noticia doblemente excepcional en Brasil, ya que el fármaco no solo contribuirá a mitigar los efectos de la pandemia, sino que también es un desafío al presidente Jair Bolsonaro, quien hace unas semanas desautorizó los estudios de la vacuna china en su país.
Las 120 mil dosis es la primera parte de un suministro de hasta 6 millones de vacunas en lo que resta de este año. El acuerdo del gobierno de Sao Pulo y Sinovac también contempla la transferencia de insumos para la producción local del fármaco.
La fabricación en Brasil estaría a cargo del instituto Butantan; y según tendría la capacidad de elaborar 40 millones de dosis para contribuir a la inmunización de la población de ese país.
La nación sudamericana es uno de los varios países en donde se llevan a cabo los estudios de fase III de la vacuna, la cual estaría en los mismos estándares de las otras vacunas de Pfizer, Moderna o Supuknit V con una efectividad por encima del 90% cada una.
Todo bien con la vacuna china
Recientemente los estudios locales con la vacuna sufrieron un breve percance. Los ensayos se detuvieron al menos 48 horas luego que se reportara un incidente con uno de los voluntarios.
El problema fue la muerte de uno de los pacientes; pero luego se descartó que haya sido consecuencia de la vacuna ya que éste se había suicidado.
Confirmado el caso, se retomaron los estudios de la Coronavac con la autorización del órgano local de regulación sanitaria Anvisa, la cual para despejar cualquier incertidumbre en torno a la vacuna, confirmó que es rutina que se suspendan a veces fases de estudio, lo cual “no significa necesariamente que el producto bajo investigación no sea de calidad, seguro o eficaz”.
