Este miércoles en Colombia asesinaron a nuevo líder social. Se trata del caso de Danilo Galindo, un trabajador por los derechos de los indígenas.
Lo más dramático de este caso que ya es lamentable, es que también mataron a su hijo de 23 años de edad.
El crimen sucedió en el departamento de Arauca. Galindo laboraba en la alcaldía del municipio Fortoul, en donde hacía de conciliador en equidad.
Con su asesinato ya son 70 los líderes sociales asesinados este año, un registro que configura la terrible estadística de casi 3 líderes sociales asesinados por semana en el vecino país.
Al mismo tiempo Colombia se encamina a superar a mitad de año la cifra de todos los líderes sociales asesinados durante el año pasado.
Pero antes del caso de Danilo, también fu asesinada Argenis Yatacué en el Departamento del Cauca. Ella fue la víctima 69 y fue muerta también el día miércoles.
Yatacué era lideresa y profesora y ejercía de “autoridad ancestral” de su comunidad indígena en el municipio de Corinto.
Exterminio Sistemático
El asesinato de líderes sociales en Colombia ha sido calificado como un proceso de exterminio sistemático. Este flagelo sigue escalando a niveles más dramáticos por efecto de la impunidad.
Lamentablemente las muertes quedan para las reseñas de los medios que ya se han habituado a este tipos de noticias para las que ya tienen reservados sus espacios al menos cada 72 horas.
Este fenómeno atraviesa el lamentable problema del silencio ya que en medio de las protestas que sacuden al país, las muertes de ellos muchas veces pasan por “debajo de la mesa”.
Colombia se ha convertido en un territorio peligroso para los activistas comunitarios como también para quienes se dedican a la defensa de los DD.HH.
El año pasado más de la mitad de los asesinatos a defensores de los DD.HH. se produjo solamente en Colombia, uno honor que lamentablemente sostiene por varios años consecutivos.
