A partir del primero de febrero, Venezuela activará una programación especial para triplicar el número de vuelos del plan gubernamental Vuelta a la Patria. La idea es proseguir con más fuerza en el rescate de venezolanos residenciados en el exterior que desean volver a su Patria, por distintas razones. Así lo anunció el presidente de la República, Nicolás Maduro, en su mensaje anual a la nación este martes 12 de enero, desde el Palacio Federal Legislativo.
«Tenemos una lista de más de 300 mil venezolanos queriendo regresar de Ecuador, Perú, Chile, Panamá y otros países. Se han inscrito a través de consulados, embajadas y otras sedes diplomáticas», especificó el Jefe de Estado.
«Afinen el plan, porque desde febrero vamos a triplicar el número de vuelos para ir a buscar a los venezolanos hasta allá; hasta Quito, Guayaquil, Lima, Santiago de Chile», ordenó a los equipos de las carteras de Transporte y Relaciones Exteriores.
Aseguró que el plan Vuelta a la Patria es «financiado con esfuerzo, trabajo y recursos nuestros». Producto de que la región se convirtió en epicentro de la pandemia de la covid-19 y de los brotes de xenofobia contra los venezolanos en el exterior, el presidente Maduro ordenó retomar con fuerza este programa de Gobierno.
«Así se ha hecho, pese a las restricciones de la pandemia y del bloqueo contra nuestra aerolínea Conviasa, con el fin de reunir a la familia venezolana que se encontraba en el exterior», expresó el mandatario. «Toda la flota de primer nivel de Conviasa al servicio del pueblo», añadió.
Lucha ejemplar
Este punto fue abordado por el mandatario durante la exposición sobre la lucha contra la covid-19. Reiteró que el método venezolano para combatir al virus respiratorio es exitoso. Aseguró que el Gobierno ha desplegado todas sus capacidades e inventiva para mitigar los efectos de la pandemia, poniendo como propósito clave: «preservar la vida».
A su juicio, las bajas y controladas cifras venezolanas son resultado de «una proeza colectiva». «La pandemia puso al descubierto las mentiras de un sistema que ha hecho inviable la vida social, la justicia y la existencia misma del ser humano. Este priorizó el capital, la banca y las finanzas por encima de la vida». Venezuela, dijo, estuvo en el bando contrario, con una estrategia de despistaje masivo y búsqueda personalizada de casos, así como el uso del tapabocas como medida principal de bioseguridad.
«Mientras en países latinoamericanos los gobiernos abandonaron a su suerte al pueblo, el sistema capitalista los corrió de sus viviendas alquiladas y limitó cualquier posibilidad de aliento»; Venezuela protegió a su pueblo con inamovilidad laboral y bonos de protección; lo mismo que con garantía de ingresos a trabajadores del sector informal y asumiendo la nómina de empresas privadas.
