¿Voto de confianza?: Lo que implica el tratado de armas nucleares Rusia-EE.UU.

La Federación de Rusia logró la aceptación del nuevo gobierno de Estados Unidos, para la extensión de un tratado denominado START III, que permite el control en la producción de armas estratégicas, mediante el seguimiento bilateral.

Al respecto, el Kremlin anunció, a través del viceministro de Relaciones Exteriores, Serguei Ryabkov, que el presidente Vladimir Putin estableció los lineamientos bajo los cuales firmó la ley para prorrogar el tratado.

“Según nuestros términos. Durante 5 años sin condiciones previas, sin añadidos, sin apéndices de ningún tipo”; fue como el funcionario describió la forma en la cual ambos gobiernos se comprometieron en concretar las medidas.

Por otro lado, el gobierno ruso informó que Putin sostuvo una conversación telefónica con el recién instalado mandatario estadounidense, Joe Biden. El objetivo de la comunicación fue afinar el inicio del proceso que esperan completar próximamente.

Mientras tanto, el portavoz del presidente Vladimir Putin, Dmitri Peskov, expresó en nombre del gobierno ruso que “solo podemos recibir con agrado la voluntad política de prolongar este documento”; en referencia a la aceptación del nuevo mandatario estadounidense.

¿Por qué START III?

Con este paso, el Tratado de reducción de Armas estratégicas (START, por su sigla en inglés), estará vigente hasta el año 2026. Aunque algunos analistas aseguran que no incluye todo el armamento nuclear existente, “evita -de momento- una nueva carrera armamentista”.

Sin embargo, la administración de Joe Biden ha expuesto señales claras de la posición férrea que mantiene contra la política del Kremlin. Incluso, al hablar del START la vocera de la casa Blanca, Jen Psaki, expresó que la renovación del acuerdo “tiene incluso más sentido cuando la relación con Rusia es tan adversa, como lo es en este momento”.

La misma funcionaria señaló recientemente, en una comparecencia ante medios de comunicación, que Washington avanzará en los intereses de Estados Unidos. Pero acotó que también “trabajará” pasar hacer a Rusia responsable de lo que considera “acciones temerarias”.

Con Donald Trump, las negociaciones para prolongar el acuerdo fueron infructuosas, debido a que el entonces gobernante norteamericano pretendió condicionar la firma del tratado a la incorporación de la República Popular China.