José Gregorio Vielma Mora no sólo es ahora un mejor creyente de las cosas de la religión a partir de su designación como vicepresidente para los asuntos de credo y fe en el PSUV; sino también un creyente sin complejos de la economía privada a pesar de su militancia socialista.
En entrevista con Ernesto Villegas, el ahora candidato a la Asamblea Nacional por la causa bolivariana le dijo con la intención de que sus palabras quedaran a prueba de especulaciones ociosas que “soy un fiel creyente de la empresa privada”.
Esta exclamación es la declaración inequívoca de un socialista temerario en medio de la perpetua polémica con la corriente radical que despacha el oficio del emprendimiento privado como la actividad perniciosa de los enemigos del pueblo.
Si bien no le faltan al pueblo razones para sospechar de la clase económica venezolana, para Vielma no pueden pagar igual justos y pecadores.
Para aquellos que siguen trabajando honestamente en Venezuela; pero que lamentablemente siguen arrastrando el estigma de la conspiración económica de otros, Vielma les dice: “la empresa privada fue engañada”.
Transformar la economía
Este mensaje es el recado de confianza que necesitan los empresarios para trabajar con un gobierno; que si bien es socialista, comprende que mucho de la prosperidad material pasa también por el apoyo y despliegue de las fuerzas productivas privadas.
José Gregorio Vielma Mora se propone desde la Asamblea Nacional contribuir a esta causa de ayudar al emprendimiento privado. Su trabajo e imagen de funcionario eficiente la pondrá al servicio de una transformación económica necesaria; la cual puede ayudar a desmontar el imaginario hostil de que el socialismo es incompatible con la economía privada.
El nacido en Táchira lleva consigo el arraigo andino por el trabajo; la vocación por la tierra y el anhelo perpetuo por la paz para poder crecer. Esas coordenadas vitales de su esencia bien se la expresó al periodista Ernesto Villegas cuando le dijo: “yo fui formado para que la gente viva bien”.
